Ratifican 18 meses de prisión preventiva contra Emmanuel Rivera Ledesma y coimputados
SANTO DOMINGO – Este martes, el Sexto Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional ha reafirmado la medida de coerción impuesta contra Emmanuel Rivera Ledesma y los demás implicados en lo que se ha denominado la "Operación Nido".
Emmanuel Rivera Ledesma, señalado como el líder de una red acusada de estafar a numerosas personas a través de proyectos inmobiliarios fraudulentos, ha cumplido 18 meses de prisión preventiva, al igual que Emmanuel Eduardo Rivera Pichardo, Mirna Catalina Rivera Ledesma y Juan Omar Rosario López.
Por su parte, Reilin Arismendy Rosario García permanece bajo arresto domiciliario con impedimento de salida.
En cuanto a María Gabriela Rivera Pichardo y Escarlet Mercedes Cruz Figueroa, se les ha impuesto la obligación de presentar una garantía económica de 5 millones de pesos a través de una compañía aseguradora, utilizar un localizador electrónico (grillete) y tienen impedimento de salir del país.
Sobre el proceso en sí, el Ministerio Público inició la Operación Nido el 3 de enero, desarticulando una red que estafó a personas por más de 700 millones de pesos mediante la oferta de viviendas en proyectos inmobiliarios ficticios, utilizando múltiples artimañas fraudulentas.
El Ministerio Público desarticuló una red que estafó a personas por más de 700 millones de pesos mediante la oferta de viviendas en proyectos inmobiliarios ficticios, utilizando múltiples artimañas fraudulentas.
En el despliegue de esta operación, el Ministerio Público y la Policía Nacional realizaron veinticinco (25) allanamientos en San Cristóbal, Dajabón, Espaillat, Sánchez Ramírez y el Distrito Nacional.
La investigación reveló que la red criminal utilizaba empresas como Indisarq, SRL; CRD Equipos Pesados, SRL; el Grupo Wimar, SRL, y Auto Xperts AFM SRL para llevar a cabo sus actividades fraudulentas, incluyendo estafas, falsificaciones, asociación delictiva y lavado de dinero.
Se descubrió que Emmanuel Rivera Ledesma usaba nombres de personas conocidas para ganarse la confianza de las víctimas y se evidenció el estilo de vida ostentoso que llevaban los miembros de la red con el dinero obtenido de sus engaños.
Como resultado de la investigación, Rivera Ledesma intentó persuadir a las víctimas para que retiraran sus demandas y firmaran nuevos contratos, buscando obstaculizar la investigación en su contra.
Ante estos hechos, el tribunal que sigue el caso, reforzó la necesidad de mantener una medida de coerción que evite la destrucción de evidencia y proteja a las víctimas de futuros daños.