La resolución aprobada por la mayoría recuerda la inviolabilidad de las sedes diplomáticas, marcando un precedente en la defensa del Derecho Internacional.
Santo Domingo. – En una mueLa Organización de Estados Americanos (OEA) ha emitido una condena contundente contra la reciente irrupción de fuerzas de seguridad ecuatorianas en la Embajada de México ubicada en Quito. Este acto, calificado como una vulneración de la inviolabilidad de las legaciones diplomáticas, ha sido reprobado por una amplia mayoría de los países miembros de la organización.
La resolución, que logró un abrumador apoyo con 29 votos a favor y solo un voto en contra, el de Ecuador, junto con la abstención de El Salvador, no solo condena el asalto sino que también hace un llamado a las autoridades de Ecuador y México para entablar un diálogo constructivo con miras a resolver la crisis derivada de este incidente. Además, la OEA no descarta la implementación de "nuevas medidas" en caso de ser necesario para prevenir futuras violaciones.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, había señalado previamente el peligro que supone este tipo de acciones para el orden internacional, argumentando que la incursión policial en la embajada, con el objetivo de detener al exvicepresidente Jorge Glas, representa una clara transgresión del Derecho Internacional. Este incidente no solo ha suscitado una reacción unánime de condena por parte de la mayoría de los países miembros, incluidos los Estados Unidos, sino que también ha llevado a México a romper relaciones diplomáticas con Ecuador, en una decisión sin precedentes justificada por el gobierno ecuatoriano de Daniel Noboa.
La resolución de la OEA refleja la importancia de mantener el respeto por la integridad de las sedes diplomáticas y su personal, un principio fundamental del Derecho Internacional que garantiza la seguridad y el funcionamiento adecuado de las relaciones internacionales. Este llamado al diálogo y a la resolución pacífica de conflictos subraya el compromiso de la organización con la promoción de la paz y la estabilidad en la región, marcando un firme precedente ante cualquier futuro desafío a la legalidad y soberanía internacionales.