Comprender las fuentes y la geografía del cibercrimen: Rusia, Ucrania, China y Estados Unidos encabezan la lista mundial
Después de tres años de exhaustiva investigación, un equipo internacional de investigadores ha dado a conocer el primer 'Índice Mundial de Ciberdelincuencia', una herramienta que identifica los puntos neurálgicos de la ciberdelincuencia en el mundo, clasificando las principales fuentes de ciberdelincuencia a nivel nacional.
El Índice, publicado hoy en la revista 'PLOS ONE', que recoge Europa Press, revela que un número reducido de países alberga la mayor amenaza cibercriminal. Encabezando la lista se encuentran Rusia, seguida de Ucrania, China, Estados Unidos, Nigeria y Rumania, con el Reino Unido ocupando el octavo lugar.
La doctora Miranda Bruce, coautora del estudio y miembro de la Universidad de Oxford (Reino Unido), explica que esta investigación permitirá a los sectores público y privado enfocar sus recursos en los centros clave de ciberdelincuencia, optimizando la lucha contra este fenómeno en países donde su impacto es más significativo.
"Con este Índice, podemos desentrañar el velo de anonimato que rodea a los cibercriminales y esperamos que contribuya a combatir la creciente amenaza del cibercrimen con fines de lucro", señala Bruce.
"Ahora tenemos una visión más clara de la geografía del delito cibernético y cómo los diferentes países se especializan en distintos tipos de ciberdelincuencia", añade la doctora Miranda Bruce, coautora del estudio
"Continuando con la recopilación de estos datos, podremos monitorear la aparición de nuevos focos de cibercrimen y potencialmente intervenir tempranamente en países en riesgo antes de que el problema se agrave", destaca.
Los datos que respaldan este Índice se obtuvieron a través de una encuesta realizada a 92 destacados expertos en ciberdelincuencia de todo el mundo, quienes participan en la investigación e inteligencia sobre este tipo de delitos.
La encuesta solicitó a los expertos que consideraran cinco categorías principales de delitos cibernéticos, identificaran los países más relevantes en cada una de ellas y clasificaran a cada país según el impacto y la habilidad técnica de sus ciberdelincuentes.
El profesor asociado Jonathan Lusthaus, coautor del estudio, explica que el cibercrimen ha sido históricamente un fenómeno invisible, ya que los delincuentes suelen ocultar su ubicación real tras perfiles falsos y medidas técnicas de protección.
"La mejor manera de saber dónde se encuentran realmente estos delincuentes es preguntar a aquellos cuyo trabajo es rastrearlos", afirma Lusthaus.
"Esperamos ampliar este estudio para investigar si factores nacionales como el nivel educativo, la penetración de Internet o los niveles de corrupción están asociados con el cibercrimen", concluyen los investigadores.