Un consenso tardío trae nuevas esperanzas a la oposición de cara a las elecciones presidenciales de julio
Madrid, España. – La oposición venezolana, representada por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), ha confirmado al diplomático Edmundo González Urrutia como su candidato oficial para enfrentarse al actual presidente Nicolás Maduro en las elecciones del próximo 28 de julio. Esta designación se produce tras intensas negociaciones y contratiempos, incluidas inhabilitaciones políticas y obstrucciones por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela.
La candidatura de González Urrutia emergió como una solución de última hora después de que María Corina Machado, ganadora de las primarias de 2023, quedara inhabilitada para competir. A pesar de los intentos por inscribir a Corina Yoris como su reemplazo, el CNE bloqueó esta maniobra, forzando a la oposición a consolidar su apoyo detrás de González Urrutia.
Durante el anuncio, Omar Barboza, secretario general del bloque opositor, expresó su optimismo, refiriéndose a González Urrutia como "el próximo presidente de la República" y destacó que la decisión es el resultado de un "debate de altura, respetuoso" en el que participaron los líderes de los principales partidos de la oposición. Entre ellos, Manuel Rosales, gobernador de Zulia y líder del partido Un Nuevo Tiempo, sorprendió al inscribirse también como candidato, aunque posteriormente retiró su postulación para apoyar al diplomático.
María Corina Machado y otros prominentes opositores, como Juan Guaidó y Henrique Capriles, han expresado públicamente su apoyo a González Urrutia. Capriles, en particular, ha llamado a los venezolanos a votar masivamente el 28 de julio "por el cambio" y la apertura de un "futuro de democracia, progreso y oportunidades".
El apoyo unánime de los partidos que conforman la Plataforma Unitaria Democrática a González Urrutia no solo consolida su candidatura, sino que también refuerza la unidad y el compromiso de la oposición para superar los desafíos políticos en Venezuela y aspirar a un cambio significativo en la gestión del país. La campaña hacia las elecciones de julio se anticipa intensa, con la esperanza de una participación electoral que refleje el deseo generalizado de renovación política en la nación sudamericana.