En Bogotá y otras ciudades, ciudadanos exigen cambios en la gestión de Petro ante crisis de salud y propuestas políticas
Este domingo, miles de colombianos han iniciado marchas en varias ciudades, incluyendo la capital, Bogotá, manifestando su rechazo a las políticas implementadas por el presidente Gustavo Petro. Las protestas, convocadas por la oposición, han adquirido un carácter multitudinario al sumarse profesionales de diversos sectores, desde médicos hasta agricultores, quienes expresan su descontento con la actual administración.
La concentración principal tuvo lugar en el Parque Nacional de Bogotá, donde, a pesar de las fuertes lluvias, un gran número de manifestantes se reunió para caminar hacia la emblemática Plaza de Bolívar. Este evento es una clara muestra del creciente descontento popular con las propuestas de reforma del gobierno de Petro, incluyendo una controvertida propuesta para una Asamblea Nacional Constituyente y la gestión del sistema de salud, que ha llevado a una crisis en el sector.
El presidente Petro, por su parte, ha manifestado a través de redes sociales su posición respecto a las marchas, asegurando que "Bienvenidas las marchas. He convocado el poder constituyente y eso incluye toda la fuerza popular." Además, ha destacado que se han ofrecido todas las garantías necesarias para que las manifestaciones se desarrollen pacíficamente, con más de 23.000 uniformados presentes para asegurar el orden.
Sin embargo, las declaraciones del presidente no han mitigado el descontento. En un comunicado, Petro estimó que unas 250,000 personas participaron en las movilizaciones, siendo especialmente notables en ciudades como Medellín, Bogotá y Bucaramanga, aunque menos intensas en otras 18 localidades. El mandatario ha criticado a ciertos sectores de los manifestantes, acusándolos de querer derrocar un gobierno que busca reformas a favor del pueblo y de estar influenciados por "los que se creen dueños del dinero público".
La respuesta oficial ha sido enmarcada por el presidente como una defensa de los derechos a la libertad de expresión y de reunión, destacando la ausencia de incidentes graves durante las marchas gracias a la labor de las fuerzas de seguridad y el cumplimiento de las normativas de orden público.
Este clima de tensión se ve alimentado por las acusaciones de Petro contra aquellos que, según él, utilizan las redes sociales y los medios de comunicación como plataformas para difundir odio y mentiras. El presidente ha hecho un llamado emotivo a evitar que regrese al poder un pasado que asocia con represión y violencia, marcado por "masacres paramilitares y asesinatos de jóvenes".
Las protestas de hoy reflejan un punto crítico en la política colombiana, donde el descontento con las reformas propuestas y la gestión de la crisis en varios sectores clave están llevando a una polarización notable. El desenlace de estas manifestaciones y la respuesta del gobierno de Petro serán decisivos para el futuro inmediato del país, en un contexto en el que la población demanda soluciones efectivas y transparentes a los retos actuales.