El debate organizado por la Asociación de Jóvenes Empresarios (ANJE), será, dos contra uno.
El presidente Luís Abinader bien pudo negarse al debate. Razones tiene de sobra. Sobre todo, estando separado por 60 puntos en las encuestas, frente a sus oponentes, uno que no pasa de un 20% y el otro que no llega a un 10%, pero quiso ser coherente, honesto y transparente, dando una muestra de su estilo de gobernar de manera democrática, abierta y plural.
El que no tiene echas, no tiene sospechas, dice un refrán popular. Además, Abinader es un estadista. Conoce el Estado muy bien. Sabe de sus falencias y de sus fortalezas. Conoce muy bien y domina, la política internacional. Sabe que muchos de los problemas del país son exógenos, como la inflación, el precio de los combustibles, etc. Hablará, como siempre lo hace, con la verdad, su verdad, con la que no siempre hay que estar de acuerdo, por aquello de que “cada cabeza es un mundo”.
El presidente Luís Abinader está enfrentado contra el expresidente, tres veces, candidato sempiterno Leonel Fernández y su exsocio, dos veces alcalde de Santiago, Abel Martínez.
Ambos son pájaros de un mismo nido. El Partido de la Liberación Dominicana que Leonel lidereo durante casi 20 años.
El vínculo entre ambos es obvio. Abel fue diputado y presidente de la cámara, del 2010 al 2016 siendo Leonel el jefe y líder del PLD. Están separados coyunturalmente, pero han logrado una “alianza” que se pondrá de manifiesto durante el debate.
Aunque son “dos contra uno”, el candidato del PLD peleará fuera de su peso. Tendrá que apoyarse en su exjefe político, Leonel Fernández, quien, de acuerdo con mi apreciación, ha perdido facultades y calidad. Dejó de ser el mismo tan pronto fue sacado del poder.
No tengo dudas que el presidente Abinader saldrá airoso, que será el ganador del enfrentamiento. El presidente tiene “menudo” para devolverle a los dos; está preparado “para lo que sea”; para un debate serio y respetuoso, de mucha altura, hasta para un pleito callejero al estilo “Mike Tyson” cuando le mordió la oreja a Evander Holyfield, en Las Vegas.
Pero creo que no será necesario, porque Leonel, debo admitirlo, es un caballero, respetuoso y de mucho nivel. No creo que degrade la discusión faltándole el respeto al mandatario con acusaciones infundadas. No conozco al señor Martínez, pero entiendo se comportará a la altura de las circunstancias. Abinader no es hombre de agresiones ni insultos. Por lo tanto, creo que el debate, aunque sea dos contra uno, será de altura y de respeto.
No puedo terminar estas líneas sin felicitar al grupo de jóvenes empresarios que han organizado el debate, al igual que a los periodistas que participaran como moderadores. Estoy seguro harán un trabajo profesional respetando y haciendo respetar las reglas del juego.
El país avanza, no hay dudas.