Voces críticas ven buscan "eliminar" los vínculos de Taiwán con la China continental
MADRID. -El Gobierno de Taiwán se ha comprometido este martes a retirar las casi 800 estatuas existentes en la isla del dictador Chiang Kai Shek, que gobernó durante décadas bajo el decreto de ley marcial, a pesar de las críticas vertidas por diputados y políticos del opositor Kuomintang, afín a Pekín.
La medida, que ha sido introducida a raíz de la creación en 2018 de un comité de justicia transicional que investiga precisamente el legado de Chiang, ha sido puesta sobre la mesa a pesar de que las voces críticas han tildado de intento por "eliminar" los vínculos de Taiwán con la China continental en pleno aumento de la tensión en la zona.
Chiang estuvo al frente del Ejército nacionalista durante la guerra civil china contra los comunistas y huyó a Taiwán tras su derrota, donde sostuvo el poder durante tres décadas.
Entre las recomendaciones de dicho comité se encuentra, de hecho, la retirada de cientos de estas estatuas de lugares públicos. Así, está previsto que el Gobierno retire un total de 760 de Chiang, que gobernó hasta su muerte en 1975, que todavía quedan en el territorio.
La polémica sobre estos monumentos constituye un escollo en las relaciones entre el gubernamental el Kuomintang y el Partido Democrático Progresista de Taiwán, de corte independentista y del que forma parte la presidenta saliente, Tsai Ing Wen, y el presidente electo, Lai Ching Te, conocido como William Lai, según informaciones de la agencia de noticias AsiaNews.
Chiang estuvo al frente del Ejército nacionalista durante la guerra civil china contra los comunistas y huyó a Taiwán tras su derrota, donde sostuvo el poder durante tres décadas. Las autoridades taiwanesas buscan ahora retirar las estatuas de parques, edificios y calles.