Tengo amigos que critican el trato que aquí se les brinda a los haitianos, pero nunca he sabido que algunos de ellos los ayude a alfabetizarse.
Por más que insistan algunos criollos y algunosorganismos y personajes extranjeros, nadie podrá probar que los dominicanos somos racistas o xenófobos. Aunque insistan en decirlo, en escribirlo o en difundirlo por el mundo, organismos y personajes pagados o interesados en que la República Dominicana se detenga en el siglo pasado.
Y eso de que somos enemigos de los haitianos, de que los maltratamos en nuestro territorio, es otra burda mentira que nos une más cada día.
Solo algunos personajes interesados, de derecha e izquierda, pueden sugerir una cosa parecida, cuando aquí andamos haitianos y dominicanos para arriba y para abajo, a veces hasta compartiendo en esquinas, colmados o juegos de dominó.
¿Por qué ocurre entonces esa malvada campaña en contra de nuestro país? Pues porque queremos recibir a todos los ciudadanos del mundo de manera organizada e identificada.
Desafortunadamente, en Haití no parece haber Registro Civil y toda criatura que nace NO ES ASENTADA EN LIBROS DE NACIMIENTO. Lo mismo pasa en RD con las damas haitianas que vienen o que ya residen aquí.
Entonces, nos preguntamos ¿a quién recibimos, a quién inscribimos, con cuáles papeles sus progenitores quieren que hagamos esa labor social-civil?
A los haitianos no los quieren en Cuba, Venezuela, Nicaragua, México, Chile, Argentina, Brasil, Canadá, Francia ni en Estados Unidos. Y las autoridades de esos países tendrán sus razones para ello.
A los haitianos no los quieren en Puerto Rico, Panamá, Costa Rica, El Salvador, Honduras y China.
Solo en República Dominicana han podido vivir durante muchos años, aunque a decir verdad sin que nosotros nos sintamos bien por sus costumbres, idiomas y religiones muy diferentes a las nuestras.
No es por el color ni raza, pues tan negros como ellos somos nosotros.
¿Que algunos agentes policiales o militares a veces violan disposiciones oficiales en el trato con algunos de ellos? Sí. Es cierto.
¿Pero acaso ellos se comportan como ciudadanos civilizados, respetuosos de nuestras leyes y costumbres?
No. No lo hacen. Y no lo hacen porque ellos desean no solo mantener vivas sus costumbres y tradiciones, si no porque se creen dueños de nuestra tierra desde antes de 1822 cuando nos invadieron, sojuzgaron y diezmaron durante 22 largos y documentados años.
Tengo amigos que critican el trato que aquí se les brinda a los haitianos, pero nunca he sabido que algunos de ellos los ayude a alfabetizarse, a entender las costumbres del país en donde residen, trabajan o deambulan por sus calles, avenidas, campos y ciudades.
¡Y así no puede ser, aunque lo pidan o exijan esos organismos y gobiernos extranjeros que NO QUIEREN SABER DE HAITIANOS PARA NADA!
La República Dominicana ha superado muchos problemas sociales, económicos y políticos en su historia, y de seguro saldrá airosa ante esta malvada campaña que nos quiere hacer ver ante el mundo como racistas, xenófobos y otros calificativos denigrantes y antihumanos.
Abril de 2024.