Atletas de diversas orígenes:, un solo equipo, una misión común
Desde la emblemática Casa Olímpica de Lausana, Suiza, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, anunció con orgullo la formación del Equipo Olímpico de Refugiados del COI para los Juegos Olímpicos de París 2024. Este equipo, que participará por tercera vez en la historia olímpica, representa a más de 100 millones de personas desplazadas en todo el mundo.
El equipo, compuesto por 36 atletas provenientes de 11 países distintos, abarcará 12 deportes diferentes durante la competición de este verano en París. Su selección se basó en criterios rigurosos, incluyendo su rendimiento deportivo y su condición de refugiados verificada por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.
El presidente del COI, Thomas Bach "Os recibimos a todos con los brazos abiertos. Sois un enriquecimiento para nuestra Comunidad Olímpica y para nuestras sociedades. Con vuestra participación en los Juegos Olímpicos demostraréis el potencial humano de resiliencia y excelencia. Esto enviará un mensaje de esperanza a los más de 100 millones de personas desplazadas en todo el mundo", expresó Bach.
"Al mismo tiempo, haréis que miles de millones de personas de todo el mundo sean conscientes de la magnitud de la crisis de los refugiados", añadió el presidente del COI, dirigiéndose a un Equipo Olímpico de Refugiados que se sumó, por videollamada, al acto.
Por primera vez, el Equipo Olímpico de Refugiados competirá con su propio emblema, un símbolo unificador que refleja la diversidad y la unidad de los atletas.
La jefa de misión del equipo, la ciclista afgana Masomah Ali Zada, quien ya compitió en Tokyo 2020, estuvo presente en la ceremonia para dar la bienvenida a sus compañeros atletas.
La mayoría de los atletas fueron seleccionados entre los beneficiarios del Programa de Becas para Atletas Refugiados, financiado por la Solidaridad Olímpica del COI y gestionado por la Olympic Refuge Foundation.
Por primera vez, el Equipo Olímpico de Refugiados competirá con su propio emblema, un símbolo unificador que refleja la diversidad y la unidad de los atletas.
En el centro del emblema, un corazón, simboliza la pertenencia y el vínculo que el equipo comparte, tanto entre sí como con personas desplazadas de todo el mundo.
"Este emblema nos une a todos. Todos hemos recorrido un camino para llegar aquí, y aunque nuestras historias son diferentes, compartimos una misma experiencia", expresó Ali Zada. "Los atletas no representan a un país específico, sino al Equipo Olímpico de Refugiados".
El apoyo a los refugiados y a las poblaciones desplazadas sigue siendo una prioridad para el COI, y la Olympic Refuge Foundation se ha convertido en una pieza fundamental en esta tarea desde su creación en 2017.
Además de apoyar a los atletas refugiados, la fundación ha facilitado el acceso al deporte seguro para casi 400,000 jóvenes y ha capacitado a más de 1600 entrenadores en todo el mundo.