El país logra un salto significativo en el índice global, aunque enfrenta retos en seguridad y autocensura.
Santo Domingo.- La República Dominicana ha registrado una mejora notable en la clasificación mundial de la libertad de prensa, ascendiendo ocho puestos en el último año según el informe anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF). Este avance coloca al país en el puesto 35 en 2024, con una puntuación de 73.89%, superando el 71.88% del año anterior y situándolo entre los 37 países con una situación "más bien buena" de libertad de prensa.
Sin embargo, a pesar de estos avances, el informe destaca varios desafíos persistentes. La seguridad de los periodistas ha visto un deterioro, con una caída significativa en la calificación de seguridad de 82.50% en 2023 a 74.24% en 2024, lo que ubica a la nación en el puesto 95 en este aspecto.
Se reporta que, aunque los periodistas dominicanos "trabajan en condiciones de seguridad satisfactoria", el temor a ser escuchados por el gobierno o grandes empresas sigue siendo una preocupación común, conduciendo a la autocensura relacionada con los intereses de los propietarios de medios de comunicación.
El informe también resalta el problema de la doble función de los periodistas, quienes frecuentemente se emplean tanto en medios privados como en instituciones públicas, una práctica motivada por la necesidad de complementar ingresos.
A pesar de las amenazas directas que algunos periodistas han enfrentado, han recibido protección estatal y se ha observado una disminución en las agresiones verbales y físicas.
En un contexto más amplio, RSF señala que el panorama mediático en República Dominicana se está consolidando y ganando influencia a medida que la democracia en el país se fortalece.
Los medios dominicanos son descritos como un sector "diverso y dinámico", crucial para revelar escándalos que involucran a figuras de poder o cercanas a este.
Además, el acceso amplio a medios de comunicación y el crecimiento del internet han permitido un mayor alcance de los medios grandes y el surgimiento de medios más pequeños.
El informe finaliza advirtiendo sobre la creciente identificación de periodistas con partidos políticos y las campañas de desinformación que se llevan a cabo principalmente en redes sociales, un fenómeno que también sirve para difundir información falsa sobre el país.
En el contexto económico, la crisis desatada por la pandemia ha llevado a muchos diarios a reducir su formato impreso y el número de páginas, mientras que otros han reforzado su presencia en línea.