Ayuda internacional y acciones gubernamentales buscan aliviar la devastación, mientras se teme el impacto del frío en las zonas afectadas
RIO DE JANEIRO, Brasil.- La Defensa Civil de Río Grande del Sur ha informado este jueves sobre la muerte de al menos 107 personas y la desaparición de otras 136 debido a las inundaciones provocadas por dos temporales consecutivos que azotan el estado desde la semana pasada. Las cifras oficiales incluyen también a 374 heridos y más de 232.100 personas que han sido desplazadas, de las cuales 67.500 han perdido sus hogares de forma definitiva.
El desastre ha afectado a alrededor de 1,4 millones de personas, dejando centenares de carreteras cerradas y el aeropuerto de Porto Alegre, la capital, inoperante hasta nuevo aviso. El agua ha comenzado a descender, pero en algunas áreas de Porto Alegre se mantiene a más de cinco centímetros de altura. Además, el temporal ha traído un marcado descenso en las temperaturas, que se esperan por debajo de los 10 grados centígrados.
Estado de alerta y respuesta gubernamental
Las autoridades han declarado el estado de alerta por lluvias que podrían superar los 100 milímetros, concentrándose principalmente en el centro norte y el este del estado. Estos temporales han afectado a 425 de los 497 municipios de Río Grande del Sur.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se ha desplazado a la región para coordinar las labores de reconstrucción y agradecer la labor de voluntarios y autoridades locales. Rechazando las trabas burocráticas, el Gobierno ha iniciado la construcción de un canal para llevar agua a los damnificados. "La solidaridad es excepcional, pero algunas personas se aprovechan de tragedias como ésta para difundir noticias falsas y perturbar las labores de rescate", ha lamentado Lula.
Apoyo internacional y de la Iglesia Católica
El Gobierno de Estados Unidos ofreció ayuda a Brasil para enfrentar la catástrofe. El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, expresó su pésame en redes sociales: "Estamos profundamente entristecidos por la pérdida de vidas y la devastación causada por las graves inundaciones en el sur de Brasil".
El Papa Francisco también ha enviado 100.000 euros a través de la Limosnería Apostólica para apoyar a las víctimas. El arzobispo de Porto Alegre y presidente de la Conferencia Nacional de los Obispos Brasileños (CNBB), dom Jaime Spengler, aseguró que los fondos se canalizarán para proporcionar asistencia a través de la Nunciatura de Brasil. Spengler explicó que "serán enviados a la Región Sur 3 de la Conferencia Episcopal Nacional de Brasil, que abarca todo Río Grande del Sur".
Impacto en la educación y el tráfico
Las escuelas y universidades en Porto Alegre permanecerán cerradas al menos hasta este viernes, y algunas hasta el 18 de mayo, mientras el aeropuerto local continúa cerrado y el tráfico terrestre está gravemente afectado.
La catástrofe en Río Grande del Sur ha movilizado una rápida respuesta de apoyo internacional, mientras la región enfrenta el desafío de reconstruirse y prepararse para un clima más frío en medio de esta tragedia sin precedentes.