Familiares buscan compensación alegando "daños a la imagen y honra" del fallecido, a pesar de una sentencia que valida el uso de elementos ficticios en la película.
La viuda, hijas y hermano del difunto doctor Cristóbal Payano, quien perpetró el asalto al Banco del Progreso en 1993, han interpuesto una nueva demanda contra los productores de la película Asalto en Progreso. La familia busca una indemnización de 15 millones de pesos, alegando que la producción cinematográfica ha perjudicado la imagen y reputación del asaltante. Esto sucede después de que previamente afirmaran no tener interés en obtener beneficios económicos con demandas anteriores.
Hace algunas semanas, la familia Payano perdió una acción legal que intentaba censurar la película. La magistrada Carolina De Jesús Abreu Cepeda, de la Tercera Sala de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional, falló a favor de los productores, desestimando los reclamos de los demandantes. La jueza argumentó que la película, al ser una obra de ficción, tiene derecho a usar elementos reales en combinación con creaciones ficticias.
En su fallo, Abreu Cepeda explicó que el uso de elementos ficticios no constituye una violación a los derechos de intimidad, imagen y honor. Además, destacó que el productor Josell Hernández dejó claro que algunos personajes y eventos en la película no representan de manera fidedigna la realidad, sino que se utilizan con fines creativos. La advertencia al inicio de la obra también señala que ciertos personajes son ficticios, por lo que no buscan retratar la vida privada de Payano, sino más bien crear situaciones que amplifiquen la trama.
La jueza concluyó que los productores no vulneraron los derechos de Víctor Enrique Payano Rivera, Libanesa Esmeralda Urbáez Beras, Zuheily Libanesa Payano Urbáez y Sasha Libanesa Payano Urbáez, familiares del asaltante, ya que la película no pretende mostrar más allá del evento principal: el robo al Banco del Progreso.