El BCRD resalta la recuperación del crecimiento y la reducción de la inflación gracias a las medidas de liquidez y el apoyo crediticio brindado a sectores productivos y hogares.
El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) respondió a las críticas recientes sobre su política de expansión financiera, defendiendo la efectividad de sus medidas en la recuperación económica tras la pandemia.
En un documento emitido por el Departamento de Regulación y Estabilidad Financiera, la institución abordó las inquietudes planteadas en medios y por analistas, ofreciendo una perspectiva clara de los beneficios que las estrategias monetarias han traído para impulsar el crecimiento económico y controlar la inflación.
Explica que la pandemia global y la posterior invasión rusa a Ucrania desestabilizaron la economía internacional, con una fuerte presión inflacionaria sobre el costo de los contenedores y el petróleo.
En este contexto, el BCRD aplicó una política restrictiva que logró reducir la inflación del 9.64% en abril de 2022 al 4.43% en mayo de 2023, ubicándose dentro del rango meta.
Luego, en junio, se inició una reducción gradual de la tasa de política monetaria, pasando del 8.50% al 7.0%, donde permanece actualmente.
A su vez, la Junta Monetaria implementó un programa de expansión monetaria equivalente al 3% del PIB, dirigido a empresas, principalmente micro, pequeñas y medianas (Mipymes), y hogares.
Impacto positivo en la economía
La inyección de RD$205 mil millones fue canalizada a través de la combinación de liberación de encaje legal y la facilidad de liquidez rápida (FLR).
Hasta la fecha, las entidades de intermediación financiera (EIFs) han colocado el 96% de esos recursos, equivalente a RD$196 mil millones, a tasas de interés no superiores al 9% anual, lo que ha permitido incentivar el crédito doméstico.
Este flujo de recursos ha sido fundamental en la aceleración del crecimiento del crédito al sector privado en moneda nacional, pasando de un 13.6% interanual en junio de 2023 a un 21.3% en marzo de 2024.
El BCRD también destacó que este financiamiento ha impulsado la recuperación económica medida por el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE).
En los primeros dos meses del año, el IMAE mostró un crecimiento acumulado del 5.4% interanual, indicando una mejora significativa en comparación con los periodos anteriores.
Crecimiento sectorial y calidad crediticia
Las medidas implementadas han beneficiado a varios sectores clave de la economía, especialmente comercio, construcción, manufactura y agropecuaria. Estos sectores, que anteriormente mostraban un crecimiento bajo o negativo, experimentaron mejoras significativas gracias al financiamiento proporcionado.
Además, el costo reducido del financiamiento permitió mantener la calidad crediticia. Los créditos vigentes en moneda nacional crecieron un 17.7% entre mayo de 2023 y marzo de 2024, comparado con el 12.6% en el mismo periodo del año anterior.
Esto contribuyó a que el sistema financiero dominicano mantuviera un índice de morosidad de apenas 1.2%, respaldando la fortaleza del sector bancario.
Las liberaciones de encaje legal para préstamos de viviendas de bajo costo también han tenido un impacto positivo en la mejora de las condiciones de vida.
Hasta marzo de 2024, se canalizaron RD$18,238 millones, de los cuales RD$13,855 millones se destinaron a préstamos para la adquisición de nuevas viviendas. Se espera que al final de la medida se financien unas 13,000 viviendas económicas.
Perspectivas futuras
El Banco Central concluyó que las políticas de expansión financiera implementadas han contribuido a la recuperación de sectores de alto impacto y acceso a viviendas de bajo costo. Además, fortalecieron el sistema bancario, cuyos activos crecieron un 17.1% y cuya solvencia alcanza el 16.1%, superando ampliamente el mínimo regulatorio.
El BCRD prevé que estas políticas seguirán generando un efecto positivo en la economía durante el 2024, permitiendo que se expanda en torno al 5%, su potencial de crecimiento.
La capitalización de utilidades percibidas durante el año 2023 reforzará el sistema financiero, impulsando la expansión crediticia hacia los sectores productivos, cumpliendo con los indicadores regulatorios establecidos.