No cabe dudas de que la situación actual en Haití constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacional.
En el marco de la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para el despliegue de una misión multinacional de apoyo a la seguridad en Haití cabe destacar que la soberanía del Estado Haitiano conlleva responsabilidades e incumbe al propio Estado la responsabilidad principal de proteger su población.
Los graves daños que esta sufriendo la población haitiana como resultado de la violencia ejercida por las organizaciones criminales y el colapso de sus instituciones amerita que la responsabilidad internacional de proteger tenga prioridad en las actuales circunstancias.
El artículo 24 de la Carta de las Naciones Unidas que confiere al Consejo de Seguridad la responsabilidad de mantener la paz constituye el conjunto de obligaciones inherentes al fundamento de la soberanía de cada Estado.
Para abordar adecuadamente la actual crisis e inseguridad que vive la población de Haití conviene recordar que las obligaciones jurídicas específicas que dimanan de las declaraciones, los pactos y los tratados relativos a los derechos humanos y la protección humana, así como del derecho internacional humanitario y el derecho interno deben ser respetados por los Estados que integran la misión multinacional de apoyo a la seguridad en Haití.
No cabe dudas de que la situación actual en Haití constituye una amenaza para la paz y la seguridad internacionales y para la estabilidad en la región, de ahí la pertinencia de la resolución del Consejo de seguridad de las Naciones Unidas para apoyar a las autoridades haitianas.
La misión multinacional de apoyo a la seguridad en Haití tiene la responsabilidad de responder a las situaciones en que la necesidad de protección humana sea imperiosa con medidas adecuadas, que puedan incluir medidas coercitivas como la imposición de sanciones y las actuaciones legales en el plano internacional.
Un aspecto relevante de la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tiene que ver con la necesidad de crear en Haití y en la región un entorno seguro que permita el respeto de los derechos humanos, particularmente los derechos de la mujer, y la protección de los niños.
Finalmente, es importante resaltar el compromiso de la comunidad internacional de hacer frente a las necesidades humanitarias y de seguridad en Haití para que la misión multinacional de apoyo a la seguridad en Haití pueda cumplir los mandatos de la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.