La organización estima que entre el 30 y el 50 por ciento de los pandilleros en Haití son menores de edad.
La organización internacional Save the Children ha levantado una voz de alarma sobre una preocupante realidad que aqueja a la sociedad haitiana: la presencia de niños en los grupos armados del país caribeño.
Esta situación, que afecta a una parte significativa de la población infantil, está generando gran inquietud en la comunidad internacional.
Muchos de estos niños se ven obligados a unirse a estas bandas, mientras que otros lo hacen voluntariamente, motivados por la necesidad de sobrevivir en un entorno marcado por la violencia y la falta de oportunidades.
La Comisión Nacional de Desarme, Desmovilización y Reintegración de Haití ha revelado que las coaliciones de pandillas continúan reclutando a menores de edad en Puerto Príncipe y otras zonas del país.
La organización estima que entre el 30 y el 50 por ciento de los pandilleros en Haití son menores de edad, recoge Prensa Latina.
En las últimas semanas, más de 400 niños fueron captados solo en la capital haitiana, lo que evidencia la magnitud del problema.
La pobreza generalizada y la falta de oportunidades económicas son factores clave que impulsan a los niños haitianos a unirse a grupos armados.
Además de portar armas y participar en actividades delictivas, estos menores también son víctimas de abusos, explotación y violencia sexual por parte de los miembros de las bandas.
La Fundación Zanmi Timoun ha calificado la situación de la infancia en Haití como catastrófica, con un aumento preocupante de los problemas relacionados con la alimentación, la salud y la seguridad.
Miles de niños viven en condiciones de servidumbre doméstica, han sido desplazados por la violencia de las pandillas y enfrentan un acceso limitado a servicios básicos como la atención médica.
Ante esta grave situación, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha instado a tomar medidas urgentes para proteger a los niños haitianos.
Considera fundamental garantizar su seguridad y bienestar, y prevenir cualquier daño físico o mental irreversible que puedan sufrir debido a la violencia y la inestabilidad en el país.