Manifestaciones en Tel Aviv y Jerusalén se intensifican pidiendo elecciones anticipadas y soluciones al conflicto en Gaza
MADRID, 18 May (EUROPA PRESS) – Israel ha sido escenario de intensas protestas este sábado, con miles de manifestantes tomando las calles en dos frentes principales: la exigencia de la liberación de los rehenes secuestrados en la Franja de Gaza y la demanda de dimisión del Primer Ministro Benjamin Netanyahu, a quien se responsabiliza por el estancamiento actual del conflicto.
En Tel Aviv, la protesta ha alcanzado niveles significativos de participación y dramatismo, con la autopista Ayalon bloqueada por barricadas incendiadas. La convocatoria se ha internacionalizado con la presencia de diplomáticos de diversos países y una muestra de solidaridad global, simbolizada por las banderas representando las nacionalidades de los 132 rehenes retenidos en Gaza.
Durante el evento, se difundió un mensaje de la exsecretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, quien hizo un llamado urgente para la liberación de los rehenes: "Son nuestros compañeros y sí, nuestros hijos. Deben ser liberados de inmediato. Se deben tomar medidas para traerlos de vuelta a casa de inmediato."
El embajador austriaco en Israel, Nikolaus Lutterotti, ha resaltado la situación de Tal Shoham, un rehén con doble nacionalidad israelí-austriaca, pidiendo su pronta liberación. El acto también contó con la presencia de Eden Golan, representante de Israel en Eurovisión, quien interpretó 'October rain', una canción excluida del festival por su contenido político, que posteriormente alcanzó el quinto lugar con una versión titulada 'Hurricane'.
La situación se tensó tras los discursos, culminando en enfrentamientos con la Policía y la detención de al menos una persona por perturbación del orden público. La respuesta de las fuerzas del orden incluyó el uso de cañones de agua para dispersar a los manifestantes.
Yair Lapid, líder de la oposición, criticó duramente la actuación policial, especialmente dirigida hacia el ministro de Policía, Itamar Ben Gvir, y el comisario Kobi Shabtai, instándolos a detener inmediatamente las hostilidades contra los manifestantes.
En Jerusalén, las protestas continuaron con una marcha que concluyó en la plaza de París, con gritos de "¡Elecciones ya!" y "¡No vamos a parar hasta que estén todos en casa!". Posteriormente, unos 200 manifestantes se concentraron frente a la sede de la oficina del primer ministro, cerca del Knesset, desplegando pancartas contra la guerra y acusando a Netanyahu de ser directamente responsable de la vida de los rehenes.
Los manifestantes, además de demandar la liberación de los rehenes y la dimisión de Netanyahu, también llamaron a la acción contra las políticas bélicas del gobierno, etiquetando el hambre como un crimen de guerra y manteniendo una postura firme contra la continuación del conflicto. Las protestas reflejan un creciente descontento con la administración actual y un clamor popular por cambios significativos en la gestión del gobierno y la resolución del prolongado conflicto en Gaza.