La reciente oleada de violencia en Haití está impidiendo la distribución de suministros médicos esenciales, agravando una situación ya crítica en el sistema de salud del país caribeño.
Puerto Principe.- El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha emitido una alarma ante advertencia sobre el impacto de la reciente oleada de violencia en Haití, protagonizada por bandas armadas. Este conflicto ha resultado en un "estrangulamiento" de las cadenas de suministro de bienes esenciales, lo que amenaza con "mameluco" el ya frágil sistema sanitario del país, que ha estado lidiando con una constante inestabilidad social y política, exacerbada por enfrentamientos y desastres. naturales recurrentes.
"El sistema sanitario de Haití está al borde del colapso. La combinación de violencia, desplazamientos masivos, epidemias peligrosas y desnutrición creciente ha doblegado el sistema sanitario de Haití, pero el estrangulamiento de las cadenas de suministro puede ser lo que lo rompa", declaró Bruno Maes, representante de UNICEF en Haití.
Según el organismo de la ONU, los contenedores llenos de suministros vitales han sido "retenidos o saqueados", afectando almacenes y farmacias. Además, cientos de contenedores con suministros humanitarios permanecen varados en la capital, Puerto Príncipe, incluidos contenedores de UNICEF con suministros neonatales, maternos y médicos, recoge un reporte de Europa Press.
Puerto Príncipe, principal centro logístico de Haití, ha sido particularmente afectado. Hasta la reciente oleada de violencia que comenzó en febrero, la ciudad gestionaba la recepción y distribución de suministros sanitarios por todo el país. Sin embargo, ahora, con más de 160.000 de sus residentes desplazados y paralizados por la violencia, la ciudad es incapaz de satisfacer las necesidades de su población, que enfrenta simultáneamente traumas físicos y el riesgo de enfermedades.
UNICEF destaca que la elevada cifra de desplazados ejerce una presión adicional sobre los servicios sanitarios. En un país donde aproximadamente 4,4 millones de personas necesitan ayuda alimentaria urgente y 1,6 millones enfrentan niveles de inseguridad alimentaria aguda, la situación se torna crítica. Haití tiene una población total de apenas 11,5 millones de personas, lo que subraya la magnitud del problema.
En respuesta a esta grave situación, UNICEF y sus aliados están "aumentando las alternativas a los centros de importación y distribución de la capital". Gracias al apoyo del Ministerio de Salud y donantes internacionales, UNICEF ha logrado establecer rutas secundarias de importación y entrega, permitiendo la continuación de la entrega de vacunas, medicamentos y equipos médicos a los menores haitianos.
El sistema de salud de Haití ha estado bajo una presión inmensa debido a varios factores interrelacionados. Las epidemias, la desnutrición y los desplazamientos masivos han exacerbado las debilidades estructurales del sistema sanitario, que ahora enfrenta una amenaza adicional con la interrupción de las cadenas de suministro. Sin un acceso constante a medicamentos y equipos médicos, el riesgo de colapso total del sistema sanitario es inminente.
La violencia y la inseguridad no solo han afectado a la capital, sino que también han tenido un impacto devastador en otras regiones del país. Las rutas de acceso han sido bloqueadas o son peligrosas de transitar, lo que complica aún más la distribución de ayuda humanitaria. En este contexto, el trabajo de organizaciones como UNICEF se vuelve vital para mitigar el sufrimiento de la población y proporcionar los recursos necesarios para la supervivencia de los más vulnerables.
En conclusión, la situación en Haití requiere una acción urgente y coordinada para asegurar que los suministros médicos y humanitarios lleguen a quienes más lo necesitan. La comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos para apoyar a las organizaciones que trabajan en el terreno y garantizar que la ayuda vital no quede atrapada en los almacenes. Solo a través de un esfuerzo concertado se podrá evitar una catástrofe humanitaria en un país que ya ha soportado demasiado.