El californiano, apodado 'The Big Red Head jugó en la NBA durante diez temporadas
MADRID. -El exjugador estadounidense de baloncesto Bill Walton, dos veces campeón de la NBA y miembro del prestigioso Salón de la Fama, ha fallecido este lunes a los 71 años víctima de un cáncer, ha confirmado la liga norteamericana.
El californiano, apodado 'The Big Red Head' por su característico color de pelo -pelirrojo- y por su alta estatura -2,11 metros-, jugó en la NBA durante diez temporadas, entre la década de los setenta y la de los ochenta, después de sobresalir en la NCAA con UCLA en un equipo en el que también estaban John Wooden y Lew Alcindor, posteriormente Karim Abdul-Jabbar.
Ya en la máxima liga norteamericana, militó entre 1975 y 1978 en Portland Trail Blazers, donde conquistó el anillo en 1977, año en el que fue MVP de las Finales, y se llevó un MVP de la NBA en 1978. Tras ello, jugó con San Diego Clippers/Los Angeles Clippers y Boston Celtics, equipo en el que logró su segundo título en 1986.
Tras retirarse, Walton, padre del jugador y entrenador Luke Walton, ejerció como comentarista. Este lunes, murió "rodeado de su familia" y tras "una prolongada batalla contra el cáncer", según señala la NBA.
Ya en la máxima liga norteamericana, militó entre 1975 y 1978 en Portland Trail Blazers, donde conquistó el anillo en 1977, año en el que fue MVP de las Finales, y se llevó un MVP de la NBA en 1978
El comisionado de la NBA, Adam Silver, describió a Bill Walton como alguien "verdaderamente único". "Como jugador del Salón de la Fama, redefinió la posición de pívot. Sus habilidades únicas y versátiles lo convirtieron en una fuerza dominante en UCLA y lo llevaron a ser MVP de la temporada regular y de las Finales de la NBA, dos campeonatos y un lugar en los equipos del 50º y el 75º aniversario de la NBA", apuntó.
Posteriormente, llevó "su contagioso entusiasmo y amor por el juego a la transmisión", donde ofreció "comentarios perspicaces que entretuvieron a generaciones de aficionados al baloncesto". "Su entusiasmo por la vida era habitual en los eventos de la liga, siempre optimista, sonriendo de oreja a oreja y buscando compartir su sabiduría y calidez", indicó.
"Atesoraba nuestra estrecha amistad, envidiaba su energía ilimitada y admiraba el tiempo que dedicaba a cada persona que conocía. Como miembro querido de la familia de la NBA durante 50 años, Bill será profundamente extrañado por todos aquellos que llegaron a conocerlo y amarlo. Mi más sentido pésame a la esposa de Bill, Lori; a sus hijos, Adam, Nate, Luke y Chris; y sus muchos amigos y colegas", finalizó.