Traigo estos conceptos para reiterar que si bien el Capitalismo no ha sido ni es ´la salvación del mundo´, tampoco lo ha sido ni lo es el Socialismo.
El mundo no anda bien desde que surgió de la nada. El hombre, como tal, nació con virtudes y defectos, sin que hasta el día de hoy pueda variar esa composición.
Por ello, aunque queramos ser buenos, sanos, santos o cualquier otro adjetivo similar, es muy difícil lograrlo.
El significado de este resumen quizá deje claro que hay personas sabias o ignorantes que son buenas y que son malas, si utilizamos esos dos adjetivos.
Nadie, por lo tanto, debe creerse con derecho a considerarse ´bueno´, y a la vez ´malos´a los demás ciudadanos.
Es realidad que la mayoría de los ciudadanos del mundo son menos ilustrados que unos pocos, aunque sabemos que son mejores, más sanos y aportan más que quienes los dirigen, guían o gobiernan.
Traigo estos conceptos para reiterar que si bien el Capitalismo no ha sido ni es ´la salvación del mundo´, tampoco lo ha sido ni lo es el Socialismo.
Y entendiendo que los cambios en cualquier sociedad no se verifican de un momento a otro, debemos trabajar, estudiar y contribuir a cambios que espiritual y materialmente eleven el estatus de la mayoría.
Yo no critico al profesor que enseña hasta donde su capacidad lo permite; ni al cura o al ministro honesto que predica la verdad; ni al dirigente social, comunitario o político que se faja, en campos y ciudades, a lograr objetivos de desarrollo social para todos.
No creo que nadie deba sentirse superior a otros ni ofenda, injurie o desacredite a los que no concuerdan con sus ideas. Ningún ´revolucionario´ es mejor que un ´reaccionario´, ni viceversa, pues ideales, posiciones y vivencias deben respetarse a unos y a otros.
He conocido y conozco personas llenas de capacidad y humildad, de esas que se consideran ´progresistas´. Y también a gente valiosa a quienes llaman retrógradas´.
Creo que uno debe defender en todos los campos sus ideas, sin tener que burlarse, disminuir o desacreditar a los que piensen diferente en asuntos políticos, religiosos o económicos. Porque no hay nadie perfecto.
He conocido a ´revolucionarios ‘que asistían a casinos de juego, que tenían hijos fuera del matrimonio, que tomaban préstamos que no saldaban. Eran humanos.
Algunos ´revolucionarios´ difaman y ´menosprecian´ al presidente Abinader, por ejemplo, porque quieren que sea como ellos. Y no. Abinader es lo que es y ni siquiera se ha vendido de otro modo. Es un capitalista neto, formado en esa tesitura y un creyente que aspira a lo mejor para su país y el mundo.
Que vaya o no equivocado en dicha ruta, es cosa que se verá al final del camino. Que se le deban señalar los errores, es justo y necesario, sin que por ello se le denueste hasta considerarlo un matón cualquiera.
Ni todos los ´revolucionarios´ son ´buenos´, ni todos los ´reaccionarios´son ´malos´. Ni viceversa.
Lo mejor de cada ser humano debe contener siempre dosis de humildad, caridad, capacidad de entender a los demás y nunca creerse mejor o por encima de nadie.
El que quiera ser ´nacionalista´ y poner a su país por encima de otros, no tiene que ser vilipendiado y etiquetado, como tampoco aquellos que se consideran gays o cualquier término parecido.
Recordemos a Benito Juárez en su muy conocida frase: ¨El respeto al derecho ajeno es la paz¨.
31 de mayo de 2024.