La OMM advierte sobre las continuas temperaturas extremas y la posible transición a La Niña
Santo Domingo.- Desde junio de 2023, cada nuevo mes ha batido récords de temperatura, con 2023 declarado como el año más cálido jamás registrado. Aunque el episodio de El Niño que alcanzó su apogeo en diciembre de 2023 está llegando a su fin, la Secretaria General Adjunta de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Ko Barrett, advierte que el cambio climático a largo plazo no se detendrá.
Los últimos nueve años han sido los más cálidos de los que se tiene constancia, incluso considerando el efecto de enfriamiento de un episodio plurianual de La Niña que tuvo lugar desde 2020 hasta principios de 2023. El Niño de 2023 fue uno de los cinco episodios más intensos jamás registrados.
"Nuestro tiempo seguirá siendo más extremo debido al aumento del calor y de la humedad en la atmósfera. Por ello, la iniciativa Alertas Tempranas para Todos sigue siendo la máxima prioridad de la OMM", señaló Barrett, quien lidera una delegación de la OMM en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Bonn. Barrett subrayó la importancia de los pronósticos estacionales de El Niño y La Niña para fundamentar las alertas tempranas y las medidas anticipatorias.
Los modelos más recientes sugieren que, tras el fin de El Niño, podrían darse condiciones características de La Niña, aunque persiste una incertidumbre significativa sobre la intensidad o duración de este fenómeno. Según los datos de la OMM, hay dos escenarios igualmente probables (50 % de probabilidad cada uno): condiciones neutras respecto al fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) o la transición hacia un episodio de La Niña entre junio y agosto de 2024. La probabilidad de La Niña aumenta al 60 % para los meses de julio a septiembre, y al 70 % para el período de agosto a noviembre.
La Niña, que provoca un enfriamiento a gran escala de las aguas superficiales del Pacífico ecuatorial, afecta también la circulación atmosférica tropical, los vientos, la presión y las precipitaciones. Sus efectos varían según la intensidad, duración, época del año y la interacción con otros fenómenos climáticos. Aunque La Niña puede producir efectos opuestos a los de El Niño, ambos fenómenos naturales se ven ahora influenciados por el cambio climático antropogénico, que aumenta las temperaturas globales y exacerba los fenómenos meteorológicos extremos.