A más de seis décadas del triple crimen perpetrado por Ranfis Trujillo, Víctor Martínez continúa su incansable búsqueda de justicia por la muerte de su padre y dos hermanos.
Por José Bujosa Mieses
Cuando en este país, ´´colocado en el mismo trayecto del sol´´, se escriba la historia de la impunidad y la indolencia extrema hay que resaltar el triple crimen de los militares teniente José Manuel Núñez, Wenceslao Núñez y José Taveras (Martí), padre y hermanos del líder comunitario, residente en Long Island, Estados Unidos, Víctor Martínez quien, al cumplirse, este 4 de junio, 63 aniversario de sus muertes, sigue clamando castigo sin encontrar un oído receptivo a su justiciero clamor.
Durante 63 años, el dolor y la impotencia de este activista social dominicano ha sido indiferente a la justicia dominicana y los presidentes que durante ese largo trayecto han dirigido los destinos del país.
A todos ellos, Víctor Martínez, le ha pedido con vehemencia infinita ordenar una investigación dirigida a encontrar los restos de sus parientes ultimados a tiros, previo a terribles torturas, en la Base Aérea de San Isidro, el 4 de junio de 1961, por Ranfis Trujillo y sus secuaces, minutos antes de su huida hacia el exterior solo por pertenecer a la escolta de uno de los principales implicados en el magnicidio de su padre, el general José René Román Fernández (Pupo), quien era el jefe del Ejército Nacional.
El último de su clamor fue dirigido, mediante un articulo en la prensa, al presidente Luis Abinader en ocasión de ganar el mandato presidencial 2020-2024. Siendo su respuesta la misma que los anteriores gobernantes, el silencio.
A lo largo de esa incertidumbre, Víctor Martínez ha encontrado consejeros que le han dicho que supere ese trauma, pues el tiempo transcurrido (63 años) se ha ocupado de enterrar toda acción judicial, más cuando el principal acusado de cometerlo, Ranfis Trujillo, la justicia divina se ocupó de él, falleciendo en un accidente de tránsito en Paris, Francia.
La respuesta de Víctor Martínez, a estos consejeros ha sido: ´´ mientras yo viva mantendré en alto la lucha por ver en el banquillo de los acusados a los que asesinaron a mis familiares y que hicieron con sus restos para rescatarlos y darle una cristiana sepultura. Pues soy de los que cree que el crimen no prescribe, más cuando se trata de crímenes de lesa humanidad y genocidios, como el cometido contra mis familiares. ´´ Subrayó.
A su más de 70 años, este dominicano de ´´pura cepa´´ mantiene la fe de que antes de despedirse de la vida terrenal veraz en el banquillo de los acusados a los que ejecutaron con Ranfis el triple asesinato de sus parientes.
Es tan infinita su vehemencia que construyó un panteón con tres nichos, en el cementerio Cristo salvador, con los nombres de su padre y sus hermanos, en espera de sus restos para darles cristiana sepultura.
En ese largo trayecto por encontrar los restos de sus familiares, Martínez vio en la Revista ´´La Venda Transparente´´, de Raifis Genao, una foto de portada en la que aparecen tres cadáveres desnudos, lanzados por las aguas, posiblemente del Mar Caribe. Impresionado ante la dantesca imagen, fijó su vista en ella concluyendo que en un 95% se trataba de los cadáveres de sus familiares.
Con la rapidez de un rayo, se comunicó con el Genao para cuestionarlo sobre la imagen: ¿Dónde la tomaste, o hallaste? Asegurándoles que los cadáveres, de la foto, eran lo de su padre y hermanos.
Cuenta, Víctor Martínez. que Genao no le dio la respuesta esperada dejándolo con la mente más perturbada, pues pensaba que el destacado fotógrafo, iba a ofrecerles informes más puntuales sobre la fotografía en cuestión.
Luego se enteró que la foto la había encontrado Genao en los archivos fotográficos del Palacio Nacional, lugar donde trabajo durante el gobierno de Don Antonio Guzmán. Lo que debió informarle Genao y no lo hizo, sin conocer las razones.
Su voluntad infinita por dar a conocer la tragedia que ha vivido durante 63 años lo condujo a escribir un libro intitulado ´´ El panteón Vacío´´ en el que narra su largo viacrucis.
Como se observa, la indolencia e indiferencia demostrada, a lo largo de 63 año, por partes de gobernantes y representantes de la justicia, en el caso de este triple asesinato, no ha doblegado la férrea voluntad de Víctor Martínez de seguir luchando contra la impunidad reinante en un país donde la indolencia a alcanzado su máxima expresión.