Investigadores del Clínic Barcelona-IDIBAPS identifican vínculos críticos entre temperatura, contaminantes y salud mental
Un estudio publicado en la revista World Psychiatry, ha revelado asociaciones significativas entre el aumento de la temperatura y un incremento en la mortalidad por suicidio y trastornos mentales, así como entre la exposición a ciertos contaminantes y una mayor incidencia de demencia y deterioro cognitivo.
La indagatoria a cargo de un equipo de investigadores del Clínic Barcelona-IDIBAPS de la que se hizo eco la agencia SINC, ha realizado una revisión exhaustiva de todos los metaanálisis globales sobre los efectos del cambio climático y la contaminación atmosférica en la salud mental.
Impacto del calentamiento global en la salud mental
En la investigación liderada por los grupos de Joaquim Raduà y Eduard Vieta se consolidó múltiples estudios en un metaanálisis integral (umbrella review). Uno de los hallazgos más alarmantes es la correlación entre el aumento de la temperatura y un incremento en los casos de suicidio. Se estima que el calentamiento global ha contribuido a un aumento del 5% en los suicidios, y se proyecta que este número podría alcanzar el 7% para 2050. Además, se ha observado un incremento en los comportamientos suicidas y en las hospitalizaciones relacionadas.
"Estos datos sobre el impacto del cambio climático en la salud mental se suman a los ya conocidos efectos en la salud física, lo que nos obliga a impulsar urgentemente iniciativas globales para combatir el cambio climático", comentó Joaquim Raduà, primer autor del estudio.
Contaminación atmosférica y deterioro cognitivo
El estudio también encontró que la exposición prolongada a disolventes, como el tolueno, está asociada con una mayor incidencia de demencia y deterioro cognitivo. El tolueno, presente en pinturas, esmaltes y adhesivos, representa un riesgo significativo para la salud mental, especialmente en países de bajos ingresos donde las alternativas son limitadas.
"El uso de estos disolventes plantea riesgos graves para la salud, particularmente en países de renta baja o media, donde las alternativas a estos materiales son difíciles de encontrar", advirtió Michele De Prisco, investigador del IDIBAPS y coprimer autor del estudio. "Se espera que las emisiones de estos contaminantes se dupliquen para 2030, lo que es alarmante considerando sus efectos en la salud mental".
Otros efectos adversos en la salud mental
El estudio también señala que la exposición a partículas contaminantes durante el segundo trimestre del embarazo puede aumentar la incidencia de depresión postparto. Estas partículas, provenientes de combustibles fósiles y actividades industriales, contienen sustancias como benzopirenos, furanos y metales pesados.
Además, la exposición a altos niveles de dióxido de azufre, derivado de la combustión de petróleo y otros combustibles sólidos en la industria, puede incrementar el riesgo de recaída en pacientes con esquizofrenia.
Necesidad de acción urgente
"Gracias a este estudio, ahora tenemos evidencia robusta del impacto negativo del cambio climático y la contaminación en la salud mental a nivel mundial", afirmó Raduà. "Estos resultados pueden informar a las autoridades y aumentar la sensibilización pública sobre estos riesgos, promoviendo así la implementación de medidas preventivas".
El estudio subraya la necesidad urgente de abordar los efectos del cambio climático y la contaminación atmosférica no solo en la salud física, sino también en la mental, para proteger el bienestar de las poblaciones vulnerables en todo el mundo.