Coaliciones y derrotas locales marcan el nuevo período del primer ministro indio
El primer ministro de India, Narendra Modi, ha asegurado oficialmente su tercer mandato este domingo, un logro sin precedentes en los últimos 60 años. Sin embargo, esta victoria viene acompañada de circunstancias únicas: por primera vez desde su llegada al poder, Modi gobernará en coalición, lo que ha mellado su imagen de líder indiscutible y bastión del nacionalismo hindú.
El primer ministro está abocado a formar coalición tras el revés sufrido por su campaña ultranacionalista. La pérdida de la mayoría parlamentaria en solitario dificulta sus planes de reforma económica y la consolidación de su legado
Revés en Uttar Pradesh y el ascenso de la oposición
El resultado más sorprendente de estas elecciones ha sido la derrota del Partido Popular Indio (BJP) de Modi en Uttar Pradesh, su tradicional bastión. El BJP quedó relegado al segundo lugar, detrás del opositor Partido Socialista, perdiendo 29 escaños en comparación con los comicios de 2019. Este estado fue clave en el inicio de la campaña de Modi, marcada por la inauguración de un templo hindú en un sitio controvertido, lo que sus críticos vieron como una maniobra para marginar a las minorías.
Una coalición necesaria
A pesar de las expectativas de Modi de conseguir una mayoría abrumadora, el BJP obtuvo 240 escaños, mientras que su coalición, la Alianza Nacional Democrática, sumó 293. Comparado con los 303 escaños del BJP en 2019, este resultado refleja un claro retroceso.
En cambio, la alianza opositora INDIA, liderada por Rahul Gandhi, logró 237 escaños, consolidando su posición y cuestionando la capacidad de Modi para transformar la Constitución en línea con sus ambiciones ultranacionalistas.
Ajustes y negociaciones y perspectivas futuras
Modi se enfrenta ahora a la necesidad de negociar con sus socios de coalición, el Telugu Desam y Janata Dal, cuyos 28 escaños son cruciales para mantener la mayoría. Las demandas de estos aliados, como la presidencia de la Lok Sabha solicitada por Telugu Desam, han generado tensiones iniciales. La política agrícola y otros temas sensibles seguirán siendo puntos de fricción en el gobierno de Modi.
Modi ha prometido que su tercer mandato será uno de "grandes decisiones", con un enfoque prioritario en la lucha contra la corrupción. Asegura que su visión para convertir a India en una nación desarrollada para 2047 sigue intacta, aunque necesitará el respaldo continuo de sus socios de coalición para avanzar en sus reformas.
Los ministerios clave de Economía, Interior, Defensa y Exteriores son innegociables para el BJP, según declaraciones de su portavoz, Shazia Ilmi.
En este contexto, Modi enfrenta un período de transición en el que deberá equilibrar las demandas de sus aliados con sus propias ambiciones políticas, todo bajo la mirada atenta de una oposición revitalizada y un electorado cada vez más exigente. Con datos de Europa Press