La aprobación de la Ley de Bases desata violentas manifestaciones y una contundente respuesta policial en la capital argentina
BUENOS AIRES, 13 de junio (EUROPA PRESS) – Buenos Aires se sumió en el caos este miércoles cuando una manifestación frente al Congreso en protesta por la controvertida Ley de Bases derivó en una batalla campal. La violenta jornada dejó un saldo de al menos treinta detenidos y más de veinte policías heridos, mientras las fuerzas de seguridad, equipadas con escuadrones motorizados, balas de goma y cañones de agua con colorante, intentaban dispersar a los manifestantes.
En medio de la confusión y la violencia, un vehículo de la emisora Cadena 3 fue incendiado, subrayando la magnitud del descontento y la respuesta policial. Además, varios diputados de la coalición progresista Unión por la Patria (UxP) tuvieron que recibir tratamiento médico tras ser expuestos a gas pimienta.
El presidente argentino, Javier Milei, no tardó en expresar su apoyo a las fuerzas de seguridad, calificando a los manifestantes de "grupos terroristas" y acusándolos de intentar un "golpe de Estado". En un comunicado publicado en la red social X, Milei felicitó a la policía por su "excelente accionar" y denunció que los protestantes usaron "palos, piedras e incluso granadas" para intentar interrumpir el funcionamiento del Congreso.
Durante los enfrentamientos, el presidente Milei se encontraba en un evento, desde donde criticó a la oposición por recurrir a "la metodología de tirar muertos en las calles". En su discurso, también descalificó al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, llamándolo "enano comunista".
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue elogiada por Milei por su firmeza en restablecer el orden, en consonancia con las promesas de campaña. Bullrich afirmó en sus redes sociales que las fuerzas de seguridad actuaron para proteger el Congreso y que respondieron de manera inmediata a los ataques con piedras e incendios. "Ahora pagará uno por uno los daños causados con una causa que no será leve", advirtió.
Jorge Macri, alcalde de Buenos Aires, se unió a las condenas, calificando a los manifestantes de "delincuentes" y prometiendo que pagarán por el caos provocado. Macri destacó que "los argentinos han elegido vivir en democracia" y aseguró que "romper todo y agredir tiene consecuencias" bajo su gestión.
La polémica Ley de Bases incluye una reforma laboral y la privatización de ciertas empresas públicas, medidas que han generado un amplio rechazo entre los sindicatos y sectores progresistas. Las manifestaciones y la respuesta gubernamental reflejan la profunda polarización y las tensiones crecientes en la sociedad argentina.