La venta de los equipos militares tiene la vista puesta en una posible invasión de China
MADRID -El Gobierno estadounidense ha dado el visto bueno este miércoles al envío de un nuevo paquete de ayuda valorada en 360,2 millones de dólares (unos 335,3 millones de euros), que incluye la venta de dos tipos de drones de combate con la vista puesta en "contener" una posible invasión de la isla por parte de China.
La Agencia de Cooperación en Seguridad y Defensa del Pentágono (DSCA, por sus siglas en inglés) ha indicado en un comunicado que el paquete incluye 720 drones kamikaze 'Switchblade 300′ y 101 'SB300 FCS', entre otros vehículos aéreos no tripulados. Estos últimos constituyen sistemas de armas aéreas que operan de forma "merodeadora", sobrevolando el objetivo a abatir pero atacando únicamente cuando este ha sido fijado.
Se trata del decimoquinto paquete de asistencia aprobado bajo la Administración del presidente estadounidense Joe Biden, el tercero desde que se celebraron las elecciones presidenciales y legislativas en Taiwán. El paquete también incluye labores de entrenamiento, ayuda logística y asistencia técnica en caso de que sea necesaria.
Se trata del decimoquinto paquete de asistencia aprobado bajo la Administración del presidente estadounidense Joe Biden, el tercero desde que se celebraron las elecciones presidenciales y legislativas en Taiwán.
Estas ayudas "permitirán mejorar la seguridad y la estabilidad política, así como el equilibrio militar y el progreso económico en la región", recoge el texto, que apunta a que también facilita "la defensa ante posibles futuras amenazas", una clara referencia a China.
Por su parte, el Gobierno taiwanés ha expresado su gratitud por la venta de armamento, que permite "reforzar la disuasión mediante una mejora de las capacidades de defensa, hasta ahora asimétricas".
El pasado 7 de junio, el portavoz del Ministerio de Defensa de China Zhang Xiaogang subrayó que las ventas de armas estadounidenses a Taiwán "suponen una violación grave del principio de 'una sola China' y los tres comunicados conjuntos sinoestadounidenses". Además, "perjudican gravemente la soberanía y los intereses de seguridad de China y socavan la paz y la estabilidad" en la zona, tal y como manifestó.