Ni Biden, ni Trump deben ser los candidatos que se disputen al destino de los Estados Unidos.
La mejor demostración de apresurada decadencia de Estados Unidos, la estamos viendo, casi atónitos, en estos momentos en la campaña electoral entre dos ancianos, uno con 81 años, Joe Biden, y el otro, Donal Trump, con 78.
¿Cómo es posible que la más poderosa potencia del mundo se debata entre dos personajes como Biden y Trump? Ambos, enfermos, sobre todo Biden que tiene serios problemas neurológico, que se equivoca constantemente, que en vez de caminar por la izquierda lo hace por la derecha, que anda en un limbo.
Trump, un tipo despreciable, misógino, sexista, machista, violento, mentiroso por antonomasia, delincuente, responsable del insólito asalto al capitolio donde murieron cinco personas, entre otras fechorías por las que debería estar, no solo sometido a la justicia, sino preso a cadena perpetua.
Ni Biden, ni Trump deben ser los candidatos que se disputen al destino de los Estados Unidos, un imperio que “va cuesta abajo en su rodada”, como dice el Tango, una potencia que se debilita, que pierde influencia y poder, a pesar del control de todos los organismos internacionales, incluyendo la ONU.
Un país tan grande, con una población que sobrepasa los 335 millones de personas, con buenas partes de las mejores universidades del mundo y científicos en todas las áreas del conocimiento altamente calificados, ¿cómo es posible que la lucha esté centrada entre dos personas que ya agotaron su ciclo biológico? ¿Dónde están las nuevas generaciones, los jóvenes, políticos emprendedores que no dan un paso al frente?
Un imperio viejo y decadente, con dos candidatos viejos y decadentes, nos dice que hace ya algunos años que Estados Unidos se encuentra en un declive total, porque, además, el mundo de hoy no es el mundo del pasado cuando era la primera potencia, la que invadía impunemente todos los países, sin consecuencia alguna, el único capaz de lanzar sobre Japón la bomba atómica y matando a cientos de miles de seres humanos.
Si Biden gana, dudo que termine un próximo mandato, por su avanzada edad y su condición de salud.