El presidente de Estados Unidos dijo que el despliegue de las tropas del pasi africano "traerá el alivio que tanto necesitan los haitianos"
MADRID. -El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha afirmado este martes que la llegada a Puerto Príncipe del primer contingente de policías kenianos pertenecientes a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití marca el inicio de "un esfuerzo que traerá el alivio que tanto necesitan los haitianos".
"Esta misión apoyará a la Policía Nacional de Haití a medida que aumentan sus operaciones antipandillas, desarrollan su capacidad para mantener la seguridad pública y garantizan que la ayuda humanitaria llegue a quienes la necesitan. Hemos trabajado con Kenia y otros socios para integrar medidas de rendición de cuentas y supervisión de importancia crítica en la misión", ha declarado.
Biden ha felicitado y agradecido a "todos los países" que han prometido personal y apoyo financiero a la misión, que contará con 2.500 miembros y estará encabezada por Kenia. También incluye a Benín, Jamaica, Bahamas, Belice, Barbados, Antigua y Barbuda, Bangladesh, Argelia, Canadá, Francia, Alemania, Trinidad y Tobago, Turquía, Reino Unido y España.
"Por nuestra parte, somos el mayor contribuyente financiero de esta misión, aportando más de 300 millones de dólares y hasta 60 millones de dólares en equipos. Continuaremos nuestro acercamiento diplomático para alentar a más países a unirse a este esfuerzo, porque lo que sucede en Haití es importante para sus vecinos, la región y el mundo", ha explicado, según reza un comunicado de la Casa Blanca.
El mandatario estadounidense ha expresado que "el pueblo de Haití merece sentirse seguro en sus hogares, construir una vida mejor para sus familias y disfrutar de libertades democráticas", mientras que ha aclarado que "el futuro de Haití depende del retorno a la gobernabilidad democrática". "Si bien es posible que estos objetivos no se logren de la noche a la mañana, esta misión brinda la mejor oportunidad de lograrlos", ha concluido.
El mandatario estadounidense ha expresado que "el pueblo de Haití merece sentirse seguro en sus hogares, construir una vida mejor para sus familias y disfrutar de libertades democráticas"
"La violencia desenfrenada de las pandillas ha matado o herido a miles de niños, mujeres y hombres. Más de medio millón de personas han sido desplazadas. La violencia de género está muy extendida. Mientras las pandillas obstaculizan el acceso a suministros críticos, casi cinco millones de haitianos enfrentan ahora una grave inseguridad alimentaria", ha advertido.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha subrayado que la llegada de dicha misión, "que apoyará las operaciones antipandillas de la Policía Nacional de Haití, es un paso vital para restaurar la seguridad" en el país centroamericano. Así, ha felicitado a Nairobi por liderar la misión y ha agregado que Washington continuará brindando "un sólido apoyo" junto a sus socios.
La Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (BINUH), que ha celebrado la llegada del primer contingente keniano, ha considerado que se trata de "un paso crucial en la lucha para restablecer la seguridad en la capital haitiana y sus alrededores, así como proteger los derechos de los haitianos". También ha indicado que "espera con interés el pleno despliegue" de la misión.
Haití no tiene presidente desde que a principios de julio de 2021 un grupo de sujetos armados irrumpiera en su residencia oficial para asesinarlo. Poco después, Ariel Henry ascendió al puesto de primer ministro entre críticas y tras varios años de inestabilidad. En marzo de este año presentó su dimisión tras la oleada de violencia que sacudió la nación caribeña.
Desde entonces, se ha establecido un Consejo Presidencial de Transición de Haití, liderado por el que fuera máximo representante del Senado haitiano entre 1995 y 2000, Edgard Leblanc. Este ha elegido al ex primer ministro Garry Conille (2011-2012) como nuevo jefe de Gobierno de transición. El objetivo es cubrir temporalmente el vacío político en una etapa que debería concluir con la celebración de elecciones en 2026, una década después de los últimos comicios.