El huracán Beryl azota el Caribe con vientos "potencialmente mortales"
Santo Domingo.- El huracán Beryl, una tormenta de categoría 5, está causando estragos en el Caribe mientras avanza hacia Jamaica. Esta monstruosa tormenta, que ha cobrado al menos cuatro vidas, ha generado fuertes lluvias, vientos extremadamente peligrosos e inundaciones en la región, y los meteorólogos advierten que podría mantener su intensidad al menos como tormenta tropical mientras se dirige hacia México.
Este martes, Beryl se encontraba en aguas abiertas del Caribe, dirigiéndose hacia Jamaica y las Islas Caimán. Las autoridades han emitido una advertencia de huracán para Jamaica y una alerta para Gran Caimán, Pequeño Caimán y Caimán Brac. Aunque se espera que la tormenta pierda algo de fuerza, todavía podría alcanzar la intensidad de un huracán mayor al pasar cerca de Jamaica el miércoles y las Islas Caimán el jueves, antes de dirigirse hacia la península de Yucatán en México el viernes, según el Centro Nacional de Huracanes.
Con vientos sostenidos de casi 165 mph, Beryl se ha convertido en el huracán más fuerte registrado en julio, superando a Emily de 2015. Actualmente se encuentra a unas 300 millas al sureste de la República Dominicana.
La tormenta ha causado ya la muerte de tres personas en Granada y una en San Vicente y las Granadinas. En Granada, dos personas fallecieron en la isla de Carriacou y una murió al caer un árbol sobre su casa en River Road. El primer ministro de Granada, Dickon Mitchell, ha informado sobre la intransitabilidad de las carreteras debido a los escombros y la caída de líneas eléctricas, describiendo la situación como "desalentadora".
El primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, ha instado a la población a tomar la tormenta en serio y buscar terrenos más altos y seguros. Jamaica ha elevado su nivel de alerta a alerta de huracán y se espera que la marejada ciclónica alcance entre 3 y 5 pies por encima de los niveles normales de marea, con hasta 12 pulgadas de lluvia en algunas áreas.
Mientras tanto, la región se prepara para enfrentarse a daños significativos. Las comunidades locales deben mantenerse alerta y tomar todas las precauciones necesarias para salvaguardar vidas y propiedades.