La organización destaca el progreso democrático, mientras el primer ministro reafirmó la voluntad del pueblo haitiano de luchar por un futuro mejor
María Isabel Salvador, jefa de la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (BINUH), celebró ante el Consejo de Seguridad de la ONU los recientes avances políticos en Haití, a pesar de la persistente "violencia indiscriminada" ejercida por pandillas que ha sumido a la población en una grave crisis humanitaria. Ante la situación de inseguridad, la comunidad internacional ha respondido enviando una misión de seguridad liderada por Kenia, que ya ha desplegado 400 policías.
Salvador informó que Haití está avanzando hacia el restablecimiento de las instituciones democráticas mediante la mejora de la seguridad y la preparación para elecciones creíbles. La instalación del Consejo Presidencial de Transición en abril y la designación de Garry Conille como primer ministro y de un nuevo Gobierno, que juraron sus cargos el mes pasado, son signos claros de progreso.
En la misma línea, destacó la continuación de las obras en el aeropuerto de Puerto Príncipe y la reanudación de vuelos, indicando una mejoría en la infraestructura y la seguridad. Además, elogió al nuevo Gobierno de transición por aumentar la participación de mujeres y otras minorías en la política de alto nivel, con seis de los 18 ministerios dirigidos por mujeres.
Inclusión y diversidad: Claves para la transición
Salvador instó a las autoridades a dialogar e incluir a organizaciones de la sociedad civil, líderes comunitarios, y grupos de mujeres y jóvenes en el proceso de transición para promover una mayor inclusión en la política. La jefa de BINUH subrayó que la diversidad es esencial para una transición política que responda efectivamente a las necesidades de todos los haitianos. También destacó el compromiso del primer ministro Conille y su Gobierno en la lucha contra la corrupción y en favor de los Derechos Humanos y la justicia.
Sin embargo, Salvador advirtió sobre los "alarmantes niveles de violencia" que se han extendido desde la capital a otras regiones del país. Esta violencia ha obstaculizado los esfuerzos para reclutar nuevos agentes de Policía, y las tasas de desgaste en la Policía Nacional siguen siendo elevadas. La situación humanitaria ha empeorado, con 578,000 desplazados internos, un incremento del 60% desde marzo de 2024. Además, solo el 20% de las instalaciones sanitarias funcionan con normalidad.
Compromiso del nuevo primer ministro
En la reunión, el primer ministro Garry Conille reafirmó la voluntad del pueblo haitiano de luchar por un futuro mejor y destacó la necesidad urgente de encontrar soluciones duraderas a los problemas de seguridad exacerbados por las pandillas. Entre enero y mayo de 2024, la Misión de Naciones Unidas en Haití registró 3,252 homicidios, perpetrados principalmente por pandillas en la zona metropolitana de Puerto Príncipe y el departamento de Artibonite.
Conille enfatizó la importancia de la cooperación efectiva entre las autoridades nacionales y la misión multinacional de apoyo a la seguridad para restaurar las instituciones democráticas y la seguridad en el país. Los incidentes violentos incluyen tiroteos masivos, asesinatos selectivos, violaciones colectivas, secuestros, incendios y saqueos, afectando gravemente a la población, especialmente a niños, defensores de Derechos Humanos, periodistas y miembros de la judicatura.
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Se estima que alrededor de 5.5 millones de personas en Haití necesitan asistencia humanitaria y casi 600,000 están desplazadas internamente, más de la mitad de ellas niños, necesitando apoyo urgente.
Haití sigue sin presidente desde el asesinato de Jovenel Moise en julio de 2021. Un Consejo Presidencial de Transición, liderado por Edgard Leblanc y con Garry Conille como jefe de Gobierno de transición, busca cubrir el vacío político hasta las elecciones previstas para 2026. Con datos de Europa Press y Prensa Latina