El impacto del fraude financiero en la salud física, mental y emocional de las víctimas
Las redes sociales y aplicaciones de comunicación como WhatsApp y Telegram se han convertido en herramientas clave para los delincuentes que buscan perpetrar fraudes financieros. Utilizando métodos sofisticados, incluida la inteligencia artificial y los 'deepfakes', los estafadores amplían su red de víctimas, afectando especialmente a las generaciones mayores.
El alcance del fraude financiero
El fraude financiero no solo implica pérdidas económicas significativas, sino también un impacto profundo en la salud mental y emocional de las víctimas. Los delincuentes aprovechan la tecnología para engañar a las personas, generando sentimientos de vulnerabilidad y traición. Esto se traduce en altos niveles de estrés, ansiedad y depresión, con un temor constante a ser víctimas de nuevas estafas.
Generaciones mayores, las principales víctimas
El fraude y los delitos financieros son una amenaza significativa, especialmente para las generaciones mayores en Latinoamérica. Un estudio reciente revela que el 70% de las víctimas de fraude en la región han experimentado pérdidas financieras, pero el daño psicológico y emocional a menudo se pasa por alto.
Los grupos delictivos se han especializado en métodos cada vez más sofisticados para engañar a sus víctimas, imitando a instituciones financieras y utilizando herramientas avanzadas como la inteligencia artificial y los 'deepfakes'.
Según un estudio de BioCatch, en 2023, uno de cada tres casos de fraude en América Latina se atribuyó a ataques de ingeniería social, con Brasil, México, Chile y Argentina registrando los mayores aumentos.
Neli Freitas, especialista en Servicio al Cliente y Prevención de Fraude en BioCatch, explica que los delincuentes aprovechan el fácil acceso a redes sociales y aplicaciones de comunicación como WhatsApp y Telegram para expandir su red de víctimas, explotando la buena voluntad y el desconocimiento de las personas.
El impacto psicológico del fraude
Ser víctima de fraude financiero no solo implica pérdidas económicas, sino también un impacto emocional profundo. Josué Martínez, Global Advisor de BioCatch, destaca que las víctimas a menudo no denuncian las estafas debido a sentimientos de vergüenza y culpa. "La experiencia de ser engañado deja cicatrices duraderas en la salud mental y emocional de las personas", afirma.
Las investigaciones indican que los adultos mayores, a menudo por su soledad y activos financieros, son objetivos frecuentes de estos fraudes. Sin embargo, los adultos jóvenes también son vulnerables. El fraude no solo afecta a las víctimas directas, sino también a sus familias, generando un ciclo de repetidos ataques que buscan aprovechar sus ingresos y aislamiento.
Salud mental y la relación con las instituciones financieras
Las víctimas de fraude financiero experimentan altos niveles de estrés, ansiedad y depresión. Un estudio de la Universidad de Cambridge revela que el sentimiento de vulnerabilidad y traición asociado al fraude puede interferir con la vida diaria, afectando el sueño, la concentración y, en casos graves, la capacidad de pago. Neli Freitas señala que muchas víctimas desarrollan desconfianza hacia las instituciones financieras, lo que a menudo resulta en la cancelación de tarjetas de crédito o el cierre de cuentas bancarias.
El papel crucial de las instituciones financieras
Las instituciones financieras juegan un papel fundamental en el apoyo a las víctimas de fraude. Son el primer punto de contacto cuando una persona se da cuenta de que ha sido engañada.
Sin embargo, muchas veces el personal no está preparado para manejar estas situaciones de vulnerabilidad. Neli Freitas sugiere que las instituciones que ofrezcan recursos y apoyo emocional, además de educación y asesoramiento, pueden diferenciarse en el mercado.
Proporcionar asistencia personalizada y empatía puede fortalecer la relación entre las instituciones y sus clientes. Josué Martínez recomienda la creación de equipos de atención al cliente especializados, capacitados en técnicas de comunicación no violenta y apoyo psicológico básico, para ayudar a las víctimas a superar su experiencia traumática.