Acusaciones cruzadas y tensiones en el Consejo de Seguridad tras el bombardeo en Ucrania
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas fue escenario de una encendida confrontación entre Rusia y Ucrania tras el ataque a un hospital infantil en Kiev. El embajador ruso, Vasili Nebenzia, afirmó que el bombardeo fue resultado de un misil ucraniano desviado, mientras que su contraparte ucraniana, Sergei Kislitsia, presentó evidencias que señalan a Rusia como la responsable.
La confrontación en el Consejo de Seguridad de la ONU refleja la creciente tensión y el deterioro de la situación en Ucrania. Mientras Rusia y Ucrania se acusan mutuamente, las víctimas civiles siguen aumentando, y la comunidad internacional enfrenta el desafío de encontrar una solución que ponga fin a la violencia y establezca una paz duradera.
Rusia defiende su postura
En su intervención, Vasili Nebenzia insistió en que el misil que impactó en el hospital infantil era de origen ucraniano, específicamente un misil Nassams que, según él, se desvió de su trayectoria.
"Esto no es un caso aislado; ya ocurrió en Polonia con un misil ucraniano que cayó sobre un tractor", argumentó Nebenzia, quien también acusó a Ucrania de manipular la narrativa mediática para desviar la atención de problemas internos como la corrupción y la crisis económica.
"A menudo los misiles occidentales no dan en el blanco. Esto pasó también cuando un misil ucraniano impactó sobre un tractor en Polonia", ha indicado.
Nebenzia ha afirmado además que la oficina del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha ordenado a los medios de comunicación que publiquen solo información relacionada con el hospital infantil con el objetivo de "desviar la atención de otros temas".
En este sentido, ha planteado que esta acción busca "elevar la moral del Ejército y del pueblo ucraniano"; "distraer a las masas de la anarquía diaria del Gobierno", fundamentalmente de la corrupción o del aumento de los precios, así como "desviar la atención de la constante retirada de las Fuerzas Armadas de Ucrania".
Ucrania contraataca con pruebas
Por su parte, Sergei Kislitsia, embajador ucraniano ante la ONU, rechazó rotundamente las afirmaciones rusas. Kislitsia mostró fotografías de los restos del misil KH-101, presentadas por el Servicio de Seguridad de Ucrania, que apuntan directamente a Rusia como la autora del ataque.
"Este es solo uno de los muchos misiles que impactaron en Ucrania. Los ataques se han dirigido a casi 100 sitios civiles", subrayó.
Kislitsia también recordó otros ataques previos de Rusia a instalaciones médicas, citando el bombardeo a un hospital infantil en Alepo, Siria, en 2016.
"No es sorprendente que Rusia continúe socavando los principios de una paz justa y duradera", afirmó.
Cuestionamientos sobre la presencia de Rusia en la ONU
El embajador ucraniano lanzó fuertes críticas sobre el papel de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU, cuestionando la legitimidad de su participación en medio de las acusaciones de crímenes de guerra contra su presidente, Vladimir Putin.
"¿De qué futuro podemos hablar si el asesino se siente cómodo sentado en esta silla, sumergido hasta las rodillas en la sangre de los niños?", se preguntó Kislitsia, subrayando la necesidad de reevaluar la posición de Rusia en la ONU.
Impacto humanitario
La última serie de ataques rusos ha dejado un saldo trágico en Kiev y otras áreas de Ucrania. El hospital infantil Ojmatdit fue uno de los objetivos, resultando en al menos 37 muertes, incluidas tres de niños, y 170 heridos. Las autoridades ucranianas destacan la urgencia de la situación y la necesidad de una respuesta internacional contundente. Con datos de Europa Press