La desesperación que muestra ese grupo, incluyendo al senador Castillo, que por cierto desconoció la posición de su partido al votar un Código Penal.
Por Guaroa Gil
El grupo de dirigentes peledeístas, encabezado por el Carlos Amarantes Baret, que pidió recientemente la jubilación de Danilo Medina como presidente del PLD, lo que ha hecho es abonar la semilla de la división que Leonel Fernández sembró en el 2019 en esa organización cuando se apandilló frente al Congreso Nacional para oponerse a que Danilo fuera habilitado para poder optar por un nuevo período presidencial, en caso de que fuera escogido como candidato presidencial en las primarias abiertas del 6 de octubre de ese año.
Fernández, con ese accional, no sólo violentó el centralismo democrático, uno de los principales pilares del partido de la estrella amarilla, sino que desconoció la autoridad del Comite Central, máximo organismo de dirección política entre Congreso y Congreso, el Comite Político, brazo ejecutor de la línea política y los métodos de trabajo del PLD.
En el folleto II de Organización y Disciplina, el profesor Juan Bosch advertía a los futuros miembros del partido morado de lo dañino que sería para la unidad del PLD que dos o tres miembros acordaran o tomaran decisiones a favor o en contra de otro miembro al margen del organismo que pertenecen.
Entendía, además, que la pandilla divide, fomenta el desorden, destruye la disciplina y la unidad partidaria; y afirmaba que por naturaleza es enemiga de la organización. Y eso fue, precisamente, lo que hizo Fernandez y su pandilla en el pasado, y lo que pretende hacer hoy Amarante Baret y su grupo cuando piden, al margen de los organismos del partido, la salida de Danilo de la presidencia de esa organizacion.
La desesperación que muestra ese grupo, incluyendo al senador Castillo, que por cierto desconoció la posición de su partido al votar un Código Penal sin las tres causales, para cancelar a Danilo de la presidencia del PLD es la peor pereza que militante alguno pueda exhibir cuando hay tarea por hacer para erradicar de raíz el origen de los males que padecen los dominicanos desde el año 2020 y que tiene por nombre Luis Abinader Corona.
Los dominicanos merecen un PLD renovado, fuerte, crítico, autocrítico y unido en torno a un liderazgo colectivo con entereza, donde no tenga cabida los berinches de patio de escuela como el que protagonizaron recientemente Amarante Baret y su grupo.
El X Congreso Reinaldo Pared Pered es la oportunidad que tienen los peledeístas para entender que sus contradiciones deben discutirlas a los internos de los organismos y en aquellas que no haya consenso aplicar el centralismo democratico, porque la tarea actual es colocarse al lado del pueblo en la lucha por mejores condiciones de vida, por la creacion de una sociedad de oportunidades donde cada cual desarrolle sus pontecialidades.
Perder la oportunidad de renovar al partido para defender al pueblo, como dice el lema del congreso, sería salir derrotado en media guerra, por lo que no deben de dejarse manipular por maniobras que sólo buscan inventar incompatibilidades absolutas que los alejaría de su principal objetivo, renovar el partido. Y como diría Fernández Sabater "hay tarea para mañana y para pasado mañana. Y dónde hay tarea, hay esperanza activa, que es la única que cuenta".
*Periodista y ex candidato a regidor.