ONU destaca crecimiento y envejecimiento desigual en su informe anual de población
A mediados de 2024, el planeta casi alcanzó los 8.200 millones de habitantes, con América Latina y el Caribe contribuyendo con alrededor de 663 millones, lo que representa cerca del 8.1% de la población mundial, según el reciente informe "Perspectivas de la Población Mundial" de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El informe, a propósito del Día Mundial de la Población, subraya un rápido crecimiento demográfico en algunas regiones y un acelerado envejecimiento en otras, destacando la importancia crucial de contar con datos confiables.
La ONU señala una disminución global en las tasas de fertilidad, con mujeres teniendo un hijo menos en promedio que en 1990. En más de la mitad de los países y territorios, la media de nacidos vivos por mujer es inferior a 2.1, el índice necesario para mantener una población constante.
El informe proyecta que la población mundial crecerá en 2.000 millones más en los próximos 60 años, alcanzando un máximo de alrededor de 10.300 millones a mediados de la década de 2080. Sin embargo, casi una quinta parte de los países, incluidos China, Italia, la República de Corea y España, tienen una fecundidad ultra baja con menos de 1.4 nacimientos vivos por mujer a lo largo de su vida.
En naciones como China, Alemania, Japón, y Rusia, el tamaño de la población ya ha alcanzado su punto máximo, y se prevé una disminución del 14% en los próximos treinta años.
En cuanto a la edad media de la población, el informe predice que para 2070, el número de personas de 65 años o más superará a los menores de 18 años, debido al aumento de la esperanza de vida y la disminución de las tasas de mortalidad.
Para 2050, más de la mitad de todas las muertes mundiales se producirán a los 80 años o más, un aumento significativo respecto al 17% en 1995.
El informe destaca que el lento crecimiento o disminución de la población se observa principalmente en países de ingresos altos, mientras que el rápido crecimiento demográfico se producirá en naciones de ingresos bajos o medianos bajos, como Angola, la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Níger y Somalia, donde la población podría duplicarse entre 2024 y 2054.
Este crecimiento aumentará la demanda de recursos, especialmente en el África subsahariana y el sur de Asia, exacerbando los impactos ambientales.
América Latina y el Caribe con 663 millones de habitantes
La población mundial casi alcanzó los 8.200 millones a mediados de 2024, y América Latina y el Caribe contribuye con aproximadamente 663 millones de habitantes, representando el 8.1% de la población global, según el CELADE – División de Población de la CEPAL y la ONU.
Este crecimiento poblacional, resultado del aumento de la esperanza de vida y la disminución de la mortalidad, ha llevado a una dinámica demográfica compleja en la región. En 2024, las mujeres latinoamericanas tienen en promedio 1.8 hijos, una cifra que está por debajo del nivel de reemplazo.
Esta rápida transición demográfica, caracterizada por una notable disminución en las tasas de fertilidad, ha generado cambios significativos en la estructura por edades de la población.
En 1950, aproximadamente el 41% de la población latinoamericana tenía menos de 15 años; hoy, esa cifra es del 22.5%. La población adulta entre 15 y 64 años ha aumentado del 55.6% en 1950 al 67.6% en 2024. Para 2050, se proyecta que el 18.9% de la población será mayor de 65 años, el doble de lo observado en 2024.
Este cambio en la estructura etaria implica desafíos para la región, como la alteración de la razón de dependencia demográfica. Mientras que en el pasado los niños eran quienes más contribuían a esta razón, a partir de 2046, las personas mayores representarán la mayor fracción.
En 2029, América Latina alcanzará el valor mínimo de razón de dependencia total, el punto más álgido de la ventana de oportunidades en términos de disponibilidad de población adulta para el mercado laboral. Países como Cuba, Brasil, Chile y Colombia ya han alcanzado esta cifra.
La caída continua de la fecundidad y el envejecimiento poblacional presentan retos adicionales para América Latina y el Caribe, una región caracterizada por altos niveles de desigualdad socioeconómica y acceso limitado a servicios estatales.
La demografía del presente y futuro es clave para construir sociedades más productivas, inclusivas y sostenibles en la región.