Estudio revela cómo la pobreza puede causar problemas de salud mental
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Médica de Ámsterdam, la Universidad de Edimburgo y la Universidad de Módena ha demostrado una relación causal entre la pobreza y las enfermedades mentales. El estudio revela que, aunque ciertos problemas de salud mental pueden afectar la estabilidad financiera, la pobreza también es un factor que conduce a problemas de salud mental.
Aunque estudios anteriores han mostrado una fuerte correlación entre pobreza y enfermedad mental, ha sido difícil desentrañar la relación causa-efecto. Las enfermedades mentales pueden afectar la situación financiera de una persona, por ejemplo, si no puede trabajar bien o tiene mayores costos de atención médica. Sin embargo, las dificultades financieras también pueden causar problemas psicológicos.
Los investigadores del estudio, publicado en la revista 'Nature Human Behaviour', utilizaron datos del Biobanco del Reino Unido y del Consorcio Internacional de Genómica Psiquiátrica. "Descubrimos que la esquizofrenia y el TDAH contribuyen causalmente a la pobreza. A la inversa, la pobreza contribuye al trastorno depresivo mayor y a la esquizofrenia. El riesgo de anorexia nerviosa en realidad se reduce cuando hay pobreza", afirma Boks.
Primero, se determinó una medida de pobreza en función de los ingresos familiares, los ingresos laborales y la privación social. Luego, los investigadores utilizaron la información genética de los participantes mediante una técnica llamada aleatorización mendeliana para desentrañar la relación. La aleatorización mendeliana es un método para determinar la influencia de los factores de riesgo en una enfermedad, midiendo la variación de los genes que son más comunes en ciertos rasgos.
"Pudimos captar aspectos de la pobreza que comparten el individuo, el hogar y la zona en la que vive. Esto nos permitió identificar mejor los efectos causales de la pobreza en las enfermedades mentales", afirma el genetista estadístico de la Universidad de Edimburgo, David Hill.
Los resultados de esta investigación son cruciales para la formulación de políticas y el enfoque de la pobreza y las enfermedades mentales. Al reconocer la influencia recíproca entre la pobreza y la salud mental, los responsables de las políticas pueden desarrollar intervenciones más eficaces destinadas a romper el ciclo de pobreza y problemas de salud mental. "La investigación proporciona pruebas sólidas de la necesidad de examinar también factores sociales como la pobreza cuando se profundiza en el desarrollo de las enfermedades mentales", afirma Boks.
Este estudio resalta la importancia de abordar la pobreza no solo como un problema económico, sino también como un factor crítico para la salud mental. Las políticas públicas deben considerar estos hallazgos para diseñar estrategias que reduzcan la pobreza y, a su vez, mejoren la salud mental de la población. La intervención temprana y la atención integral pueden ser clave para romper el ciclo vicioso entre la pobreza y las enfermedades mentales, promoviendo una sociedad más saludable y equitativa.4o