Dudas sobre el papel de la vitamina D hace que científicos cuestionan sus niveles óptimos en la salud humana
Las vitaminas han sido objeto de debate respecto a su rol en el cuerpo humano. La vitamina D, en particular, es una de las más enigmáticas debido a la falta de evidencias concluyentes sobre su función. Mientras diversos estudios asocian bajos niveles de vitamina D con una mayor mortalidad, como las nuevas directrices de la Endocrine Society que ha eliminado el límite de referencia tradicional de 75 nmol/L (30 ng/ml).
Al respecto, Diana Díaz Rizzolo, profesora de Ciencias de la Salud de la UOC, subraya la fuerte relación entre los niveles de esta vitamina y la mortalidad, destacando que la mayoría de la población presenta deficiencia de vitamina D.
¿Vitamina D como indicador de salud?
Los suplementos de vitamina D no se indican comúnmente para la población general, ya que su efectividad no está comprobada en todos los casos. Las directrices de la Endocrine Society ahora enfocan su recomendación en grupos específicos, como niños, adolescentes, personas mayores, mujeres embarazadas y personas con diabetes.
Esta actualización ha generado controversia, ya que podría dificultar conocer el estado real de la vitamina D en la población general. Algunos expertos sugieren que la deficiencia de vitamina D podría ser un indicador de enfermedades subyacentes en lugar de un problema en sí mismo.
La doctora Díaz Rizzolo enfatiza que la deficiencia de vitamina D no puede atribuirse directamente a problemas de salud, por lo que medirla en la población general puede no ser útil. Sin embargo, los niveles bajos de esta vitamina se asocian con problemas musculoesqueléticos, enfermedades metabólicas, infecciones, problemas cardiovasculares y enfermedades autoinmunes.
¿Cómo se consigue la vitamina D?
La obtención principal de vitamina D se da a través de la exposición solar. Sin embargo, en regiones mediterráneas, donde se disfruta de muchas horas de sol, los niveles de vitamina D en la población son sorprendentemente bajos. Los expertos señalan que el uso excesivo de protectores solares y los cambios estacionales, que reducen las horas de exposición al sol y obligan a cubrirse por el frío, contribuyen a esta deficiencia.
Por tanto, equilibrar la protección solar con la necesidad de vitamina D es un desafío, especialmente en una sociedad que busca suplementos para cubrir carencias o que desconfía de los protectores solares por modas virales.
¿La vitamina D no es necesaria?
Aunque existen dudas sobre su utilidad, hay evidencias sobre el impacto de la vitamina D en la regulación de minerales y la salud ósea. La OMS considera esta enfermedad el segundo problema de salud más importante después de los problemas cardiovasculares. Por lo tanto, la deficiencia de vitamina D, aunque todavía poco clara en su relevancia para la salud general, sigue siendo un área de interés que podría tener implicaciones significativas.
"No estamos seguros de su utilidad, pero, frente a la duda científica y médica, su uso no es contraproducente y podría ser beneficioso mientras continuamos investigando su papel en el cuerpo humano", concluye la doctora Díaz Rizzolo. Así que, mientras la ciencia avanza, es prudente mantener niveles adecuados de vitamina D, aprovechando la exposición solar moderada y considerando suplementos solo cuando sea necesario y recomendado por un profesional de la salud.
En definitiva, la actualización de las directrices sobre la vitamina D ha reavivado el debate sobre su verdadero papel en la salud humana. Mientras tanto, mantener niveles adecuados de esta vitamina sigue siendo una recomendación prudente, apoyada por la evidencia existente de su impacto en la salud ósea y mineral.