Instan a los votantes a rechazar un segundo mandato del expresidente por estar poseído de venganza personal.
El consejo editorial de The New York Times ha sido categórico en su evaluación de Donald Trump, considerando que no es apto para liderar como presidente de Estados Unidos. Esta postura frontal se basa en la preocupación de que un segundo mandato de Trump representaría un grave peligro para el país.
Sobre el Partido Republicano lo rememora como una organización que en su día se destacó por su grandeza y ahora parece servir a los intereses de un solo hombre, un hombre cuyo carácter y comportamientos son incompatibles con los valores que han hecho grande a esta nación.
Indica que en un contexto nacional preocupante, con una creciente insatisfacción entre los estadounidenses sobre el rumbo del país, la nominación de Trump plantea una elección escalofriante. La era pos-Covid, marcada por inflación persistente, altas tasas de interés, división social y estancamiento político, ha dejado a muchos votantes frustrados y abatidos.
Refiere que históricamente, el Partido Republicano buscaba el poder para solucionar problemas y construir una "ciudad resplandeciente sobre una colina", como decía Ronald Reagan. Este ideal se reflejaba en líderes como George H. W. Bush, John McCain y Mitt Romney, quienes valoraban la libertad, el sacrificio, la responsabilidad individual y el bien común.
Sin embargo, considera que el enfoque de Trump no se trata solo de desacuerdos políticos, sino de cuestiones fundamentales sobre las cualidades esenciales en un presidente. Trump ha mostrado una falta de respeto por la Constitución, el Estado de derecho y el pueblo estadounidense, animado por una sed de poder político y venganza personal.
Los demócratas, por su parte, debaten sobre la aptitud del presidente Biden para la reelección, dado su avance de edad. Este debate es crucial, ya que muchos ven a Trump como un peligro para el país. Es lamentable que los republicanos no hayan sostenido un debate similar sobre la ineptitud de Trump, optando por ignorar sus problemas de moralidad y temperamento.
La responsabilidad recae ahora en los votantes. Se les insta a reconocer los peligros de un segundo mandato de Trump y rechazar su candidatura. La presidencia exige cualidades y valores esenciales, y Donald Trump no cumple con ninguno de ellos. A conrtinuacion el editorial de The New York Times.
DONALD TRUMP NO ES APTO PARA LIDERAR
Por tercera vez en ocho años, Donald Trump será nominado como candidato del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos. Un partido político que en su día fue un gran partido ahora sirve a los intereses de un hombre, un hombre tan manifiestamente inadecuado para el cargo de presidente como cualquier otro que se haya postulado en la larga historia de la República, un hombre cuyos valores, temperamento, ideas y lenguaje se oponen directamente a gran parte de lo que ha hecho grande a este país.
Es una elección escalofriante en este momento nacional. Durante más de dos décadas, grandes mayorías de estadounidenses han dicho que están insatisfechas con el rumbo que está tomando el país, y la era pos-Covid de inflación persistente, altas tasas de interés, división social y estancamiento político ha dejado a muchos votantes aún más frustrados y abatidos.
En el pasado, el Partido Republicano buscaba el poder electoral para solucionar esos problemas, para construir “la ciudad resplandeciente sobre una colina”, como le gustaba decir a Ronald Reagan. Su visión de los Estados Unidos —encarnada en funcionarios públicos con principios como George H. W. Bush, John McCain y Mitt Romney— se basaba en los valores de la libertad, el sacrificio, la responsabilidad individual y el bien común. La concepción que tenía el partido de esos valores se reflejó en su agenda política conservadora de larga data, y hoy muchos republicanos dejan de lado sus preocupaciones sobre Trump debido a sus posiciones sobre inmigración, comercio e impuestos. Pero lo que está en juego en esta elección no son fundamentalmente desacuerdos políticos, sino cuestiones más fundamentales: qué cualidades son las más importantes en el presidente y comandante en jefe de Estados Unidos.
Trump ha demostrado tener un carácter indigno de las responsabilidades de la presidencia. Ha demostrado una absoluta falta de respeto por la Constitución, el Estado de derecho y el pueblo estadounidense. En lugar de una visión coherente del futuro del país, Trump está animado por una sed de poder político: utilizar las palancas del gobierno para promover sus intereses, satisfacer sus impulsos y cobrar venganza contra quienes, según él, le han hecho daño.
Él, sencillamente, no es apto para liderar.
Los demócratas están enfrascados en su propio debate sobre si el presidente Biden es la persona adecuada para llevar la nominación del partido a las elecciones, dadas las preocupaciones generalizadas entre los votantes sobre su aptitud relacionada con la edad. Este debate es tan intenso debido a las preocupaciones legítimas de que Trump puede representar un peligro para el país, su fuerza, seguridad y carácter nacional, y que una alternativa demócrata convincente es lo único que impediría su regreso al poder. Es una tragedia nacional que los republicanos no hayan logrado mantener un debate similar sobre la manifiesta ineptitud moral y temperamental de su abanderado, dejando de lado en cambio sus valores de larga data, cerrando filas y optando por pasar por alto lo que quienes trabajaron más de cerca con el expresidente han descrito como su sistemática deshonestidad, corrupción, crueldad e incompetencia.
Esa tarea ahora recae en el pueblo estadounidense. Instamos a los votantes a que vean claramente los peligros de un segundo mandato de Trump y lo rechacen. Lo que está en juego y la importancia de la presidencia exigen una persona que tenga cualidades y valores esenciales para ganarse nuestra confianza, y Donald Trump no cumple con ninguno de ellos.