Según datos de ONUSIDA, alrededor de 1,3 millones de personas se infectaron con el virus el año pasado.
Múnich/Ginebra, 22 jul (dpa) – A pesar de los grandes éxitos en la lucha contra el sida, Naciones Unidas está aún muy lejos de su objetivo de eliminar en gran medida la enfermedad para 2030, alertó hoy la organización en el marco de una conferencia en Alemania.
Los recortes en la financiación y la creciente discriminación contra algunos grupos de personas están poniendo en peligro este objetivo y los avances logrados hasta ahora, advirtió ONUSIDA, el programa de la ONU para combatir la enfermedad de inmunodeficiencia sida, al inicio de la 25º Conferencia Mundial sobre el Sida en Múnich.
El encuentro, que será inaugurado esta tarde por el canciller germano, Olaf Scholz, se prolongará hasta el viernes. Es la primera vez desde 1993 que se celebra en Alemania.
"El camino para acabar con el sida no es un secreto. Es una decisión política y financiera", prosigue el resumen del informe. Hay que proteger los derechos de los grupos especialmente afectados, como los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los transexuales, los usuarios de drogas intravenosas y los profesionales del sexo, añade.
Según datos de ONUSIDA, alrededor de 1,3 millones de personas se infectaron con el virus el año pasado. La evolución en los distintos países fue muy diferente. El objetivo provisional era reducir el número anual de nuevas infecciones por debajo de 370.000 para 2025, pero en 2023 la cifra seguía siendo 3,5 veces superior.
Con 630.000, el número de muertes fue la mitad que en 2010, pero sigue muriendo una persona cada minuto a causa del sida en todo el mundo.
Por ello, se dijo, el planeta no está en vías de alcanzar el objetivo provisional para 2025 de reducir las muertes relacionadas con el sida a menos de 250.000.
La ONU quiere reducir las nuevas infecciones y las muertes relacionadas con el sida en más de un 90 % entre 2010 y 2030. Según ONUSIDA, las decisiones que tomen los jefes de Estado y de gobierno este año determinarán si se alcanza este objetivo y si el sida dejará de considerarse una amenaza para la salud pública en 2030.
Los fondos mundiales destinados a la lucha contra el VIH en los países de ingresos bajos y medios están disminuyendo, según ONUSIDA. El año pasado disminuyeron un cinco por cierto con respecto al año anterior, hasta situarse en 19.800 millones de dólares (18.200 millones de euros).
"Los jefes de Estado y de gobierno pueden salvar millones de vidas, prevenir millones de nuevas infecciones por el VIH y garantizar que todas las personas que viven con el VIH puedan llevar una vida sana y plena", advirtió Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA. Es importante -añadió- contar con recursos suficientes para combatir el VIH y proteger los derechos humanos de todos.
Los expertos lamentan que la epidemia ya no esté en el radar de la salud pública como antes, lo que ha provocado un estancamiento o una disminución de la financiación pública para la lucha contra el VIH/sida.