El acusado alega haber sido un mero custodio de la cocaína
VALLADOLID, 25 julio de 2024 – Darwin R.E., un joven de origen dominicano detenido en marzo en Valladolid con tres kilos de cocaína valorados en más de 286.000 euros, ha defendido en el juicio que la droga no le pertenecía. "Se lo aseguro por la salud de mi hija, la droga no era mía, me la había entregado una persona para guardarla en mi casa a cambio de cinco o seis gramos", declaró este jueves.
Durante el juicio en la Audiencia de Valladolid, Darwin R.E. insistió en que solo era un custodio de la mercancía y se negó a revelar el nombre de la persona que se la entregó por miedo a represalias hacia su familia. Esta versión se mantuvo a lo largo de la mañana, mientras la fiscal del caso pidió una condena de ocho años y medio de cárcel y una multa de un millón de euros. La defensora, por su parte, solicitó la nulidad de todas las actuaciones alegando que la policía violó la inviolabilidad del domicilio al detener a su cliente dentro del portal de su casa. Además, pidió una sentencia absolutoria o una reducción de la condena debido a la grave adicción del acusado.
La defensora subrayó que Darwin R.E. tuvo que ser ingresado en la UCI por una intoxicación de cocaína el día de su detención y presentó un informe que acreditaba un consumo prolongado de dicha sustancia durante los tres o cuatro meses previos. No obstante, la forense indicó que las bases psicobiológicas del acusado estaban conservadas y que su capacidad de conocer y querer no estaba afectada.
Darwin R.E., en sus declaraciones, explicó que aceptó guardar la droga debido a problemas económicos y personales, exacerbados por la noticia de que su esposa había "perdido la barriga" ese mismo día. "Yo tenía la cabeza ida y había consumido droga y alcohol", relató, añadiendo que el propietario de la cocaína lo llamó cuatro veces la mañana de su detención para pedirle que le bajara una bolsa a la calle.
El acusado insistió en que fue detenido dentro del portal de su vivienda en la calle Gil de Mena, mientras poseía una bolsa con 266 gramos de cocaína. Este detalle fue utilizado por su defensora para argumentar la violación del derecho a la inviolabilidad del domicilio.
Sin embargo, la policía encontró el resto de la droga, hasta completar un total de tres kilos, distribuida en bolsas en distintas partes de la vivienda, junto con sustancias de corte y herramientas para la distribución, como una prensa, balanzas de precisión y bolsas. También hallaron 9.090 euros en efectivo, que Darwin R.E. atribuyó a su trabajo como repartidor.
El acusado afirmó que nunca ha tenido problemas con la ley en los más de veinte años que lleva viviendo en Valladolid, salvo un procedimiento por violencia de género con su esposa.
"Objetivo prioritario de la policía"
Los policías que participaron en la detención desmintieron que esta ocurriera dentro del portal del domicilio. Según el instructor del atestado, Darwin R.E. fue detenido en plena calle cuando circulaba con un patín eléctrico y pasó cerca de un dispositivo policial montado en el barrio por casualidad.
El instructor explicó que Darwin R.E. se había convertido en un "objetivo prioritario" tras recibir numerosas informaciones que lo situaban como una persona que movía grandes cantidades de droga y mantenía contactos con otros compatriotas inmersos en el mundo delincuencial. Pese a las dificultades en los seguimientos debido a las medidas de seguridad adoptadas por Darwin R.E., los agentes finalmente lo interceptaron de forma casual el 14 de marzo.
Uno de los agentes recordó cómo Darwin R.E. intentó evadir a la policía al percatarse de su presencia, ignorando la orden de detenerse y continuando con su patinete. Tras una breve persecución, los agentes lograron reducirlo y ocuparle inicialmente 266 gramos de cocaína, encontrando más tarde otras cantidades hasta sumar tres kilos durante el registro en su domicilio.4o