Estudio revela amenazas de corrientes marinas en el Caribe por el impacto ecológico de derrame de hidrocarburos
Santo Domingo.-Un reciente estudio en Colombia ha demostrado que las corrientes marinas pueden magnificar los desastres ecológicos por derrames petroleros en el Caribe. Este hallazgo fue presentado en un conversatorio donde, además, se destacó que el Caribe es la reserva más grande de hidrocarburos del continente americano.
En la presentación en línea auspiciado por la Red del Gran Caribe Libre de Fósiles el pasado martes, 23 de julio, el experto Nelson Ravelo socializó el estudio realizado conjuntamente entre el Parque Nacional Natural de Corales de Profundidad y la organización CENSAT Agua Viva de Colombia, sobre la conectividad de las especies en el Caribe.
Según Ravelo, la investigación comprobó que las corrientes del mar Caribe contribuyen a esparcir las especies y crean conectividad entre las distintas poblaciones de una misma especie en diferentes lugares de la región.
Ravelo explicó que estas corrientes también pueden transportar residuos de petróleo de un derrame a gran distancia, afectando las aguas y costas de varios países. Esta contaminación podría dañar gravemente los ecosistemas del Gran Caribe, que podrían necesitar muchos años para recuperarse, si es que lo logran.
Como ejemplo de lo expresado, mencionó el fracking en aguas profundas de la región Magdalena en Colombia y los derrames petroleros en el Golfo de México, que han afectado a especies como los manatíes, un símbolo de resistencia de los pueblos caribeños al extractivismo.
El Caribe: en el punto de mira del capital petrolero
Marcelo Caruso, politólogo y profesor de medio ambiente, destacó que el Caribe es la reserva más grande de hidrocarburos del continente americano y advirtió en el mismo conversatorio que la zona enfrenta una gran amenaza por la inversión petrolera en la región.
Caruso señaló que el Caribe se está llenando de plataformas petroleras de diversas nacionalidades, y criticó la falta de conciencia de los gobiernos regionales sobre los impactos del cambio climático y la superexplotación de hidrocarburos y carbón mineral.
Caruso subrayó que la solución a esta problemática no depende de un solo país, sino de la colaboración internacional, especialmente de los países del Norte Global. Abogó por dejar las reservas de petróleo bajo el subsuelo y cuestionó si la descarbonización debe comenzar en los países desarrollados o en los periféricos. Señaló que los países del Sur Global, como los del Caribe, son los que más sufren la emergencia climática y deben tomar la iniciativa.
Además, Caruso alertó sobre posibles conflictos en el Caribe, como una confrontación militar entre Guyana y Venezuela, que podría tener graves consecuencias ambientales. Observó que la extracción de recursos petroleros y minerales está influyendo en las estrategias militares y políticas de los diferentes gobiernos y bloques.
Fortaleciendo la resiliencia energética en el Caribe
David Gumbs, experto energético del Instituto de las Montañas Rocosas, RMI, de Anguilla, analizó el contexto energético del Caribe durante el conversatorio. Gumbs destacó la importancia de que las energías renovables sean capaces de soportar huracanes de categoría cinco, dados los efectos del cambio climático. También subrayó la necesidad de fortalecer la resiliencia de los países caribeños ante la creciente frecuencia e intensidad de los huracanes.
Gumbs mencionó avances en la transición energética hacia energías renovables en el Caribe insular, aunque aún depende de los combustibles fósiles. Citó ejemplos como Jamaica, que aspira a obtener el 50% de su energía de fuentes renovables para 2030; Barbados, el 100%; y Bermuda, el 85% para 2035. Barbados lidera el movimiento que demanda a los países desarrollados que paguen por los desastres en el Caribe y considera las energías renovables como un derecho.
Gumbs elogió los esfuerzos de Barbados para establecer 100 megavatios de energías renovables en tres años y las iniciativas de Bermuda para colocar paneles solares en edificios públicos y autopistas. Sin embargo, señaló que República Dominicana, aunque ha dado grandes pasos en la transición energética, necesita un enfoque diferente para el sector energético del país.
El conversatorio fue conducido por Carolina Sánchez, comunicadora especialista en energía y sostenibilidad de Costa Rica, y contó con la participación de dirigentes y militantes sociales, ambientales y climáticos de varios países del Caribe, incluida República Dominicana.