Tregua entre bandas armadas y nuevas esperanzas políticas
Madrid, 26 Jul. – En un reciente giro de los acontecimientos en Haití, las fuerzas policiales han intensificado sus operativos de seguridad en la ciudad de Gressier, a 30 kilómetros de Puerto Príncipe, logrando abatir a "varias decenas" de miembros de bandas armadas. Este despliegue de fuerza se enmarca en un contexto de violencia persistente y crisis política que ha sacudido a la nación caribeña desde el asesinato del presidente en julio de 2021.
Haití no tenía un presidente desde que un grupo armado irrumpió en la residencia oficial del entonces mandatario para asesinarlo. Tras este suceso, Ariel Henry asumió el cargo de primer ministro en medio de críticas y una profunda inestabilidad. En marzo de este año, Henry presentó su dimisión frente a la escalada de violencia que asola al país. Desde entonces, un Consejo Presidencial de Transición, liderado por Edgard Leblanc, exrepresentante del Senado, ha nombrado a Garry Conille, ex primer ministro, como nuevo jefe de Gobierno de transición, con el objetivo de estabilizar la situación política y preparar el camino para elecciones en 2026.
En paralelo a estos desarrollos, las bandas armadas G9 y G-Pep han alcanzado un acuerdo de tregua en el barrio de Cité du Soleil, uno de los más desfavorecidos y violentos de la capital. El pastor Jean Enock Joseph anunció el acuerdo en la emisora Magik9, subrayando que la tregua, sellada a mediados de esta semana, busca poner fin a la violencia que azota la zona desde febrero pasado. Joseph compartió en sus redes sociales un vídeo de los residentes celebrando en las calles, indicando un rayo de esperanza para la población local.
El líder de G-9, Jimmy Chérizier, conocido como 'Barbecue', también ha celebrado este acuerdo, destacando el "coraje" de los grupos armados para optar por la paz. Aunque las bandas habían mostrado cierta unidad para enfrentar al ex primer ministro Henry, las disputas internas en Cité du Soleil mantenían un clima de tensión y control casi total sobre el barrio.
Con estos desarrollos, Haití parece estar en una encrucijada, buscando un respiro en medio del caos, con la esperanza de que las nuevas estructuras de gobierno y los recientes acuerdos de paz puedan traer la tan anhelada estabilidad y seguridad para su población.