El opositor Henrique Capriles dice que los detenidos son inocentes y reclama su libertad
CARACAS, Venezuela.- En un discurso dirigido a sus seguidores este sábado frente al Palacio de Miraflores en Caracas, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que el "brote fascista" generado por las protestas de la oposición ha sido "resuelto". Según Maduro, las autoridades detuvieron a 2,000 personas involucradas en actos violentos y de vandalismo relacionados con denuncias de supuesto fraude electoral por parte de la oposición.
"Resolvimos con la constitución y en paz el brote fascista. Tenemos 2,000 presos capturados y de ahí van para (las prisiones de) Tocorón y para Tocuyito. Máximo castigo. Justicia. Esta vez no va a haber perdón", declaró Maduro con firmeza ante la multitud chavista que se congregó en apoyo al gobierno.
Maduro fue enfático en asegurar que no habrá indulgencia para los detenidos, a quienes acusó de derribar estatuas de figuras históricas venezolanas como el expresidente Hugo Chávez, Simón Bolívar, el cacique Coromoto y José Gregorio Hernández. "Todos están identificados, capturados, están en juicio y todos han confesado cómo les pagaron y por qué hicieron lo que hicieron", afirmó el mandatario.
El presidente también dirigió críticas al candidato opositor Edmundo González, a quien acusó de no haber asistido a la marcha opositora en Caracas por miedo a las consecuencias legales. "¡Te chorreaste González Urrutia! Ya ni a pataruco llegas", exclamó Maduro, en referencia a la falta de valor del líder opositor.
En su discurso, Maduro manifestó que esta situación es una repetición de intentos anteriores de desestabilización, pero que esta vez el gobierno bolivariano está mejor preparado para enfrentarla. "Esta película ya la hemos visto y hasta sabemos el final: ganan los buenos. Pero esta tercera temporada la vamos a ganar de mejor manera y con más fuerza. Nadie podrá imponer un clima de violencia; nadie nos llevará a escenarios golpistas", subrayó el presidente.
Maduro también hizo mención a la reciente orden de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que exige al Consejo Nacional Electoral (CNE) presentar toda la documentación del proceso electoral en un plazo de 72 horas. Insistió en que el TSJ y el CNE son las únicas instituciones con autoridad para revisar y certificar los resultados electorales. "El resultado de las elecciones del 28 de julio las da el CNE, no los Estados Unidos, ni el Comando de Campaña de los fascistas", puntualizó.
Además, el presidente reiteró su intención de convocar un diálogo inclusivo con diversos sectores de la sociedad venezolana, incluyendo políticos, económicos, sociales, culturales y religiosos, siempre y cuando respeten la Constitución y los cinco Poderes de la República. "Con todos los sectores, con las críticas más duras del pueblo para nosotros reaprender, reformular el plan y seguir avanzando con un plan perfeccionándolo en unión con el pueblo", prometió Maduro.
CAPRILES RESPONDE
La oposición no se quedó callada ante estas declaraciones. Henrique Capriles, uno de los líderes más influyentes, exigió que los detenidos arbitrariamente puedan ser visitados por sus familiares y abogados. "Maduro destruyó todas las banderas de las causas sociales y atención a los más pobres de nuestro país. Hoy, con represión, persecución y miedo, quiere volver a violar el sagrado derecho de los venezolanos a elegir a su presidente y su destino", declaró Capriles.
Capriles también denunció la represión contra líderes comunitarios y jóvenes de sectores populares, comparando las acciones del gobierno con las prácticas de los nazis. "En 6 días, Maduro ha arremetido contra mujeres líderes de sectores populares y rurales de Venezuela, menores de edad y jóvenes de los barrios del país", agregó.
Finalmente, Capriles hizo un llamado a la comunidad internacional, especialmente a los presidentes de países como Brasil, Colombia, México y Chile, para que presten atención a la situación en Venezuela. "Maduro se alejó de las causas que ustedes defienden en sus países y a punta de represión, violencia y miedo, quiere apagar y silenciar el derecho de los venezolanos a elegir", concluyó.
Mientras la tensión política sigue aumentando en Venezuela, el futuro del país se encuentra en un delicado equilibrio, con una sociedad profundamente dividida y una comunidad internacional que observa con preocupación los eventos que se desarrollan.