La Casa Blanca promete respuesta a cualquier agresión contra su personal.
Madrid, 6 Ago. (EUROPA PRESS) – Este lunes, la base de Ain al Assad en el oeste de Irak, utilizada por la coalición internacional liderada por Estados Unidos, fue blanco de un ataque con cohetes que dejó varios estadounidenses heridos. Hasta el momento, ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque.
El portavoz del Pentágono informó a Europa Press que "los primeros indicios indican que varios miembros del personal estadounidense resultaron heridos. El personal de la base está evaluando los daños posteriores al ataque".
Según fuentes locales citadas por la televisión kurdo-iraquí Rudaw, al menos dos cohetes fueron lanzados alrededor de las 21:00 horas (hora local) desde la zona industrial de Al Haqlaniya, en el distrito de Haditha. Los cohetes aparentemente cayeron fuera de la base, y la policía ha localizado un vehículo abandonado que se sospecha fue utilizado para el lanzamiento.
En respuesta al ataque, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la vicepresidenta Kamala Harris se reunieron con su equipo de Seguridad Nacional en la 'Situation Room' de la Casa Blanca. La reunión se centró en las amenazas planteadas por Irán y sus representantes a Israel y a las fuerzas estadounidenses en la región.
Según la Casa Blanca, los líderes estadounidenses discutieron las medidas a tomar para defender a sus tropas y respondieron que cualquier ataque contra su personal sería respondido "en la manera y lugar que elijamos".
La semana pasada, las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo un ataque "defensivo" contra objetivos de las milicias chiíes proiraníes Fuerzas de Movilización Popular (FMP) en la gobernación de Babilonia, al sur de Bagdad. Este ataque, que resultó en la muerte de al menos cuatro personas y heridas a otras tres, fue una respuesta a combatientes que intentaban lanzar drones de ataque unidireccional.
Este bombardeo se produjo en un contexto de creciente tensión en la región, exacerbada por el reciente ataque de Israel contra un alto comandante del partido-milicia chií libanés Hezbolá en Beirut.
El ataque de hoy marca el primero de Estados Unidos en Irak desde febrero, cuando se realizaron bombardeos contra objetivos vinculados a las milicias proiraníes en Irak y Siria.
En aquella ocasión, la milicia Resistencia Islámica de Irak, responsable de la muerte de tres militares estadounidenses en Jordania, había anunciado un cese temporal de acciones contra las fuerzas estadounidenses. El Gobierno de Irak también había solicitado la expulsión de las tropas estadounidenses.
La situación en la región continúa siendo volátil, con la reciente intensificación de las hostilidades entre Irán e Israel, lo que ha elevado aún más las tensiones en Oriente Medio. La comunidad internacional sigue de cerca los desarrollos en la región, mientras se espera una respuesta de Estados Unidos a los recientes ataques.