El chavismo podría ser grotesco, incivilizado, anti democrático, pero, ese no es el problema, el problema es su nacionalismo.
Desde Suramérica a Norte América se observa que los principios y valores de la democracia electoral están cada vez más comprometidos por actores que dicen ser democráticos pero que, en la práctica, no lo son. Por ejemplo, en el último proceso electoral de EEUU ambas partes se acusaron, mutuamente, de violentar los principios de la democracia electoral de la primera nación en establecer el presidencialismo como forma de gobierno diferente al parlamentarismo europeo. Unos adujeron que se perpetró un fraude en su contra, los otros alegaron que los principios de la democracia electoral fueron violentados con una marcha que invadió el capitolio o palacio del congreso en el Distro Federal de la ciudad Washington, Virginia.
En el Perú un candidato salido de las mismas entrañas del pueblo peruano consigue una victoria electoral legal y legitima, sin embargo, bajo subterfugios baratos y no sometidos a comprobación imparcial, es mantenido en prisión, quizás de por vida porque los humildes que le eligieron no cuentan con el lobby, ni el poder factico suficientes para defenderle. Tampoco importa a la comunidad internacional su suerte.
En el Ecuador, un presidente correcto como Rafael Correa, es extrañado de su país de por vida y su partido político impedido de volver al poder aun sea con otro candidato, la violencia política se ha puesto al rojo vivo allí, al grado de que, en el último proceso electoral el principal candidato de la oposición y favorito para ganar, fue asesinado a menos de un mes de la votación, igual suerte corrieron otros candidatos. La razón, en el Ecuador, una importante transnacional fue condenada en los tribunales por daños ambientales demostrados. De modo que, a partir de Correa, los candidatos nacionalistas y defensores del medioambiente tienen prohibido participar del proceso electoral de manera exitosa en aquel país. Desde entonces, se dice que allí impera la democracia de las transnacionales.
El Perú cuenta con cuantiosos recursos renovables y no renovables que las transnacionales no los identifican como propiedad del pueblo inca, sino como reservas estratégicas suyos. A Guyana fueron enviadas tropas de varias potencias que se creen dueñas de los recursos de ese país. Colombia tiene más siete bases militares extranjeras. En Argentina un gobierno neoliberal está entregando por centavos los recursos estratégicos de la nación de Gardel y, se comenta, que las Malvinas podrían ser declaradas inglesas por el propio congreso argentino. A título gratuito.
Ocurre que el capitalismo salvaje puesto en marcha por los países occidentales centrales, ha agotado sus materias primas, por lo que ahora, han puesto en marcha la política de Hitler sobre el denominado “espacio vital”, es decir, su derecho, en tanto representantes de la civilización humana, a poner a su disposición los recursos del planeta. A depredar en nombre de una civilización que no es tal porque, por ejemplo, las naciones del Amazona llevan miles de años viviendo en armonía con la naturaleza, sin dañarla, sin depredarla, por tanto, haría falta una nueva determinación sobre el concepto de civilización, es decir de quienes son civilizados y quienes no.
El tema de la democracia electoral que recorre el mundo hoy, tiene que ver mucho con esto que acabamos de decir, es falso que a Occidente le interese un gobierno democrático en Venezuela, le interesan los cuantiosos recursos renovables y no renovables de la patria de Simón Bolívar. Por tanto, de nuevo nos encontramos con el fenómeno de que la democracia electoral occidental, solo es posible allí donde los intereses de las transnacionales estén protegidos. Es decir, Occidente reivindica su derecho a expoliar las riquezas de sus aliados. El tema ha llegado a un punto tal que, la propia guerra en Ucrania, se comprende solo bajo esta lógica. Allí son determinantes también los recursos de esa nación, la nación de la primera Rush, de la primera capital de todas las Rush.
El chavismo podría ser grotesco, incivilizado, anti democrático, pero, ese no es el problema, el problema es su nacionalismo. Por tanto, se habla de mal gobierno allí donde en 25 años se han celebrado 32 elecciones todas ganadas por el chavismo, pero, eso no ha sido suficientes para ser una democracia electoral, a esas elecciones, más de una por año, les ha hecho falta estar al servicio de las multinacionales, de las transnacionales. Por ello, cuenta con más de novecientas sanciones o productos cuya comercialización está prohibida en Venezuela incluyendo medicamentos esenciales.
Así como a Correa le condenó de por vida afirmar que el 97/3 de las mineras debía invertirse, en Venezuela, ese mismo pecado, ha sido cometido por el chavismo. Como podrá observarse, tal y como lo dijo en su momento Francis Fukuyama, a Occidente le está haciendo falta valores, principios, ético-morales que hagan factible la convivencia social. Si los partidos son los intermediarios entre los individuos y los Estados, unos y otros han de poseer instituciones han de regirse por el gobierno de las leyes. Pero allí donde predomina la ley del embudo no existe garantía de que la paz social se encuentre en constante tensión. Es más, podría suceder que los pueblos adviertan ciertos hartazgos sobre la democracia electoral.
Obviamente, probablemente, el hartazgo exista ya, su desenlace, probablemente, sean las elecciones de noviembre del cursante año 2024 en EEUU. Allí inició la democracia electoral y allí podría perecer pues es el lugar donde más amenazada está dado que, el puñado de países y de órganos internacionales que hoy violan en Venezuela la doctrina latinoamericanista del canciller mexicano Genaro Estrada, no osarán hacerlo en la patria de Walt Wilman.
La democracia electoral exige una serie de pasos donde, como observamos en Venezuela, ocurren situaciones nuevas porque el más desarrollado mecanismo tecnológico es el puesto en marcha exitosamente en Venezuela, un sistema con 16 pasos de seguridad, y un procedimiento legal también de pasos concretos que cualquier ciudadano de a pie puede comprender, sin embargo, Elon Musk interesado en demostrar al mundo, quienes son el verdadero poder en el mundo de hoy, es capaz de ponerlo entre dicho con tan solo impedir, según, observadores, que las impresoras impriman materialmente el voto intangible electrónicamente realizado.
Por tanto, donde se dice, como hoy en día que “tecnología y poder” van de la mano, se debe afirmar también que, la tecnología constituye una de las amenazas centrales de la democracia electoral junto a las transnacionales, se sabe que varios gigantes de las tecnologías digitales tienen inconvenientes en Europa y Latinoamerica porque sus operaciones ponen a los pueblos en la disyuntiva de escoger entre empleos tecnológicos, por ejemplo, y el suministro de agua potable. Tal y como lo están observando los agricultores, los ganaderos y los habitantes del Cibao central, situación que horroriza a la provincia de San Juan de la Maguana porque podrían ser los próximos en perder soberanía alimentaria y agua potable para quedar convertidos en pueblos sin vida por la explotación minera. DLH-4-8-2024