La Fed debe recortar ahora, además de los de septiembre y noviembre
Con 6,4 billones de dólares desaparecidos de las bolsas mundiales en tres semanas, la Reserva Federal debe recortar las tasas ahora y en las reuniones de septiembre y noviembre, advierte el director ejecutivo de una de las organizaciones independientes de asesoramiento financiero y gestión de activos más grandes del mundo.
La dura advertencia de Nigel Green de deVere Group llega después de la liquidación global de ayer provocada por los temores de los inversores sobre una inminente recesión en Estados Unidos, el retraso de la Reserva Federal en los recortes de tasas y la turbulencia económica en Japón con el yen en alza.
Dice: “A pesar de un cierto repunte el martes, los cimientos de la confianza del mercado se han visto profundamente sacudidos.
“Los mercados seguirán en pánico hasta que vean señales de que la Reserva Federal –el banco central de la mayor economía del mundo– responde.
“El tiempo de las dudas ha terminado; la Reserva Federal debe actuar con decisión para evitar una mayor inestabilidad.
La Reserva Federal, como administradora de la economía estadounidense, tiene el poder de influir en la estabilidad financiera mundial.
“Un recorte de emergencia de las tasas antes de la reunión de septiembre sería una fuerte señal de que la Fed está preparada para restaurar la confianza y contrarrestar las fuerzas desestabilizadoras”.
El CEO de DeVere afirma que la recuperación de algunas pérdidas en los mercados bursátiles no debería infundir en la Fed una falsa sensación de seguridad, sino que debería considerarse como un respiro temporal.
Al reducir las tasas en 50 puntos básicos tanto en septiembre como en noviembre, después de un recorte de emergencia en agosto, la Fed puede proporcionar la señal de apoyo necesaria”.
La Reserva Federal, como administradora de la economía estadounidense, tiene el poder de influir en la estabilidad financiera mundial.
Uno de los argumentos más convincentes para que la Reserva Federal actúe de inmediato es la sabiduría implícita en el propio mercado.
Los mercados financieros suelen ser criticados por su volatilidad e imprevisibilidad, pero también son un valioso barómetro del sentimiento económico.
“Los mercados saben más que la Reserva Federal. La caída mundial es una clara señal de que los inversores se están preparando para tiempos turbulentos. Al ignorar estas señales, la Reserva Federal corre el riesgo de exacerbar la inestabilidad que pretende prevenir”, señala Nigel Green.
- Noticia relacionada: La FED necesita recortar tasas de emergencia para frenar el colapso del mercado global
Si la Reserva Federal cambia de postura e implementa los recortes de tasas necesarios, los inversores deben estar preparados para adaptar sus estrategias en consecuencia.
Un recorte de las tasas podría reavivar el entusiasmo del mercado, lo que provocaría cambios en los flujos de capital y alteraría las evaluaciones de riesgo en las distintas clases de activos. Los inversores harían bien en reevaluar sus carteras a la luz de estos posibles cambios.
En un entorno de tipos de interés más bajos, es probable que los sectores sensibles al crecimiento, como la tecnología y los bienes de consumo, se beneficien. Estos sectores suelen tener un buen desempeño cuando los costos de endeudamiento son bajos, ya que las empresas pueden invertir con mayor libertad en innovación y expansión. Los inversores podrían considerar aumentar su exposición a estos sectores para aprovechar las posibles ganancias.
Además, con la reducción de los costos de endeudamiento, las inversiones apalancadas (que utilizan fondos prestados para aumentar los rendimientos potenciales) podrían volver a ser atractivas. Sin embargo, es fundamental que los inversores aborden estas oportunidades con cautela.
El mayor potencial de rentabilidad también conlleva un mayor riesgo, y mantener una cartera diversificada sigue siendo esencial para mitigar posibles desventajas.
Nigel Green concluye: “Mientras deliberan, los responsables de la política monetaria de la Reserva Federal deben recordar que los mercados han hablado. Ignorar estas señales es una mala decisión. La Reserva Federal no solo debe escuchar a los mercados, sino también actuar con la urgencia que exige la situación.
“El coste de la inacción es demasiado alto y ahora es el momento de actuar con decisión”.