¿Por qué no hacemos lo mismo?
Durante una transmisión televisiva, Nicolás Maduro desinstaló WhatsApp, argumentando que la aplicación era usada para amenazar a los venezolanos. Según Maduro, eliminar WhatsApp era necesario para garantizar la paz en el país. Afirmó, además, que WhatsApp había entregado "toda la lista de Venezuela" al narcotráfico colombiano y a otros grupos que, según él, intentaban desestabilizar a la nación. Por lo cual, invitó a todos los ciudadanos a seguir su ejemplo desinstalando esta aplicación.
No es un secreto para nadie, cómo las redes sociales han transformado la forma en la que nos comunicamos y conectamos. Aunque estas herramientas son muy poderosas, también pueden provocar efectos adversos en nuestra salud mental.
Estudios han demostrado que el uso excesivo de redes sociales está relacionado con aumentos en la ansiedad, depresión y sentimientos de soledad. Según un estudio publicado en el Journal of Social and Clinical Psychology, reducir el uso de las redes sociales a solo 30 minutos al día puede mejorar significativamente nuestro bienestar.
Pese a que las redes sociales se diseñaron para conectar personas, a menudo pueden llevar a sentimientos de soledad y aislamiento cuando se usan en exceso. Alejarse de las redes sociales, aunque sea de forma temporal, puede tener beneficios innumerables para nuestra salud mental.
Reducir el tiempo dedicado a las redes sociales puede disminuir significativamente los síntomas de ansiedad y depresión. Al tener menos distracciones, podemos enfocarnos en tareas más productivas y significativas. Además, evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir mejora la calidad del sueño, ya que la luz azul de las pantallas puede interferir con los patrones de sueño.
Aunque muchos podríamos ver la acción de Nicolás Maduro como un acto exagerado, nos sirve como un recordatorio para reconsiderar nuestra relación con las redes sociales y las tecnologías. Una desintoxicación digital no solo puede mejorar nuestra salud mental, sino también enriquecer nuestras vidas de formas que tal vez hemos olvidado.
Por Juan Matos, MSc | X: @juanmatos