Nuevos descubrimientos revelan cómo fuerzas subterráneas modelan nuestra geografía.
Santo Domingo.-Un reciente estudio de la Universidad de Southampton ha arrojado luz sobre un antiguo enigma geológico: cómo las partes "estables" de los continentes, conocidas como cratones, pueden elevarse significativamente en respuesta a las rupturas tectónicas. Los científicos descubrieron que cuando las placas tectónicas se separan, se generan poderosas olas en el manto terrestre que empujan hacia arriba la superficie continental, creando elevaciones de más de un kilómetro.
Estas olas del manto, que se desplazan lentamente bajo los continentes, explican la formación de imponentes mesetas y escarpes, como los que se encuentran en Sudáfrica.
Anteriormente, se pensaba que estos movimientos verticales solo ocurrían cerca de los bordes continentales, donde las fracturas son más evidentes.
Sin embargo, este estudio revela que las inestabilidades en el manto pueden propagarse tierra adentro, afectando áreas que antes se consideraban geológicamente estables.
Este proceso, comparable al ascenso de un globo aerostático al perder peso, provoca la elevación de la superficie terrestre, formando mesetas elevadas que influyen en el clima y la biología regionales.
El equipo, que incluye expertos de Southampton y colaboradores internacionales, utilizó simulaciones avanzadas para modelar estos procesos a lo largo de millones de años.
Sus hallazgos demuestran que el estiramiento de la corteza durante la ruptura de los continentes desencadena una "ola" profunda en el manto que arrastra material hacia las raíces de los cratones.
Este proceso, comparable al ascenso de un globo aerostático al perder peso, provoca la elevación de la superficie terrestre, formando mesetas elevadas que influyen en el clima y la biología regionales.
Este descubrimiento no solo resuelve un misterio geológico de larga data, sino que también ofrece una nueva perspectiva sobre cómo los continentes han evolucionado a lo largo del tiempo.
La investigación sugiere que los movimientos del manto bajo la superficie terrestre juegan un papel crucial en la formación de algunas de las estructuras topográficas más impresionantes de nuestro planeta, desafiando la idea de que las regiones interiores de los continentes son inmutables y estables. Con datos de Europa Press