Critica falta de acción contra producción y comercialización interna
MÉXICO,- Estados Unidos se ha posicionado como el epicentro de la crisis de opioides, un fenómeno que ha causado estragos en la salud pública del país. Sin embargo, el enfoque que Washington ha adoptado para enfrentar esta problemática ha sido fuertemente cuestionado por expertos internacionales. Johana Plascencia, una destacada académica mexicana, en declaraciones a la agencia Xinhua, ha señalado que Estados Unidos es el principal responsable de la crisis de opioides en su territorio, y que su respuesta ha sido insuficiente tanto en la atención a las causas subyacentes como en la acción contra la producción y comercialización interna de estos poderosos narcóticos.
En una entrevista con la agencia de noticias Xinhua, Plascencia, criminóloga y doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Guadalajara, criticó duramente el accionar de Washington ante el creciente consumo de opioides sintéticos, especialmente el fentanilo, y las alarmantes cifras de muertes que este fenómeno ha provocado.
Según datos recientes, en 2023 los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estimaron que 81,083 personas murieron por sobredosis de fentanilo en Estados Unidos. Un año antes, la cifra fue de 84,181, lo que pone de manifiesto la gravedad de la crisis.
"Estados Unidos no ha abordado adecuadamente los factores que llevan al consumo de opioides ni ha tomado medidas contundentes contra los cárteles estadounidenses que producen y distribuyen drogas sintéticas, principalmente fentanilo", afirmó Plascencia. "Mientras otros países están haciendo su parte en la lucha global contra el tráfico de opioides sintéticos, Estados Unidos es uno de los que más queda a deber".
El fentanilo, un opioide sintético mucho más potente que la morfina, se utiliza principalmente en el ámbito médico para aliviar el dolor en pacientes con cáncer o en recuperación de cirugías dolorosas. No obstante, debido a su elevada potencia y a la facilidad con la que puede ser producido ilegalmente, ha pasado a ser una droga callejera de consumo ilícito, particularmente en Estados Unidos.
Plascencia subraya que, aunque Washington ha señalado a los opioides sintéticos como un "enemigo" a destruir, su estrategia ha consistido en gran medida en responsabilizar a otros países, como México y China, de la crisis, en lugar de enfocarse en las causas estructurales internas que alimentan el consumo desmedido.
"Se trata de una estrategia habitual de Estados Unidos: culpar a otros de sus problemas para evitar resolverlos en su propio territorio. Es una táctica de distracción que les permite eludir la responsabilidad de abordar las causas del consumo de drogas en su población", criticó la académica.
Plascencia argumenta que mientras México y China, los principales países señalados por Estados Unidos, han mostrado un esfuerzo genuino por combatir el fenómeno y la inseguridad que genera, la realidad en Estados Unidos es distinta. "No podemos ver esa misma preocupación en Estados Unidos. No han regulado adecuadamente el fentanilo ni han enfrentado la corrupción en su frontera, lo que facilita la introducción de la droga a través de los cárteles mexicanos, que a menudo están vinculados con lo que se podría llamar pandillas estadounidenses", explicó.
Además, Plascencia cuestionó la retórica estadounidense que tiende a clasificar a los cárteles mexicanos como "terroristas", mientras ignora las actividades similares de grupos delictivos en su propio territorio. "Es responsabilidad de Estados Unidos atender las causas del consumo de drogas y las cuestiones legales, sociales e internas que perpetúan este fenómeno en su territorio", insistió.
La académica advirtió que esta retórica podría intensificarse en el contexto de las próximas elecciones en Estados Unidos, donde el tema de la crisis de opioides podría ser utilizado como un arma política. Ante esta perspectiva, instó a Washington a asumir su responsabilidad y actuar con coherencia, priorizando la cooperación internacional y no la confrontación.
"Si realmente quieren resolver la crisis de opioides, Estados Unidos debe dejar de señalar a otros y empezar a actuar en su propio territorio. Así como buscan clasificar a los cárteles mexicanos de terroristas, deben aplicar la misma etiqueta a las pandillas en su país y actuar en consecuencia", concluyó Plascencia.
Este llamado a la acción pone en evidencia la necesidad de un enfoque más integral y responsable por parte de Estados Unidos en la lucha contra la crisis de opioides, uno que no solo incluya la cooperación internacional, sino también un reconocimiento y acción decidida frente a los problemas internos que alimentan esta tragedia.