Ángel Aquino Acosta enfrenta tres meses en prisión por delitos graves
Santo Domingo (R.D.), lunes, 12 de agosto de 2024. El Ministerio Público ha logrado que se imponga prisión preventiva de tres meses contra Ángel Alexander Aquino Acosta, presunto líder de la banda criminal conocida como Los Bambas, especializada en raptos exprés en el sector Guachupita del Distrito Nacional. La medida fue dictada por la jueza Fátima Veloz de la Oficina Judicial de los Servicios de Atención Permanente del Distrito Nacional.
Aquino Acosta, conocido como "Putico", deberá cumplir la prisión preventiva en el Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR-Najayo), en San Cristóbal. La Unidad Antisecuestro, parte de la Dirección General de Persecución del Ministerio Público, detalló que Aquino Acosta fue capturado por la Policía Nacional en el sector María Auxiliadora y posteriormente presentado ante el Juzgado de Atención Permanente del Distrito Nacional.
La red de Los Bambas operaba en Guachupita, utilizando perfiles falsos en plataformas de encuentros como GRINDR y Badoo para atraer a sus víctimas. Una vez que las víctimas llegaban al lugar acordado, eran interceptadas por el grupo armado, quienes, mediante violencia y amenazas, robaban celulares, laptops, dinero en efectivo y realizaban transferencias de fondos.
Uno de los casos que involucra a Aquino Acosta incluye el robo a una víctima de su teléfono celular. Utilizando la lista de contactos del dispositivo, Aquino Acosta engañó a un amigo de la víctima, quien también fue asaltado y violado sexualmente en diciembre de 2023.
Además de Aquino Acosta, están en prisión preventiva Víctor Javier García Suazo (Wimbo), Jeremy Polanco, y dos menores de edad, quienes también formaban parte de la banda y se encargaban de la sustracción de pertenencias y agresiones físicas y sexuales contra las víctimas.
Una persona vinculada a esta organización aún permanece prófuga. La Unidad Antisecuestro ha informado que un equipo de psicólogos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) está realizando evaluaciones y seguimiento a las víctimas para proporcionarles el apoyo necesario. Los nombres de las víctimas se mantienen en anonimato para proteger su identidad.