La Cepal advierte que el crecimiento anémico y la crisis climática arrastran a la región al abismo.
Santo Domingo.-La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha lanzado una dura advertencia: la región se enfrenta a un año más de crecimiento miserable, con una tasa promedio de apenas 1,8%. Esta cifra, revisada a la baja desde el 2,1% proyectado en mayo, refleja un sombrío panorama que se extiende por toda América Latina y el Caribe, donde el desarrollo económico se ha estancado peligrosamente.
El informe anual de la Cepal, titulado 'Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2024: Trampa de bajo crecimiento, cambio climático y dinámica del empleo', pinta un cuadro desolador. América del Sur se prevé que crezca un ínfimo 1,5%, Centroamérica y México un 2,2%, y el Caribe (excluyendo Guyana) apenas un 2,6%.
Aunque para 2025 se proyecta un leve repunte al 2,3%, impulsado en parte por América del Sur, esta mejora es insuficiente para sacar a la región de la trampa de bajo crecimiento en la que ha caído.
La Cepal señala que en la última década, la región ha sido incapaz de superar un crecimiento económico promedio del 0,9%, dejando a los países latinoamericanos vulnerables ante desafíos ambientales, sociales y laborales cada vez más intensos.
Según el secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salázar-Xirinachs, para romper esta trampa es crucial implementar políticas de desarrollo productivo robustas, respaldadas por estrategias macroeconómicas y laborales que también aborden la adaptación y mitigación del cambio climático.
Se deteriora relación entre crecimiento económico y creación de empleo
El informe también subraya un fenómeno alarmante: la conexión entre el crecimiento económico y la creación de empleo se está desintegrando. Durante la última década, el crecimiento promedio del empleo en la región fue de un mísero 1,3%, muy por debajo del 3,9% registrado en la década de 1970.
Esta desaceleración no solo ha golpeado la creación de nuevos empleos, sino que también ha deteriorado la productividad laboral, la cual se estima será menor en 2024 que en 1980.
Aún más preocupante es el crecimiento del empleo informal, que ha sido el principal motor del escaso aumento de la ocupación, afectando desproporcionadamente a las mujeres y concentrándose en sectores de baja productividad como la construcción, el comercio, y los servicios.
Estos sectores albergan al 74,4% de los trabajadores informales, un indicio de que la región se encamina hacia una crisis laboral de grandes proporciones.
La amenaza del cambio climático se cierne como una espada de Damocles sobre el empleo en la región. De no tomarse medidas urgentes de adaptación y mitigación, la Cepal advierte que hasta 43 millones de puestos de trabajo podrían desaparecer de aquí a 2050, con 15 millones de empleos perdidos solo en los sectores agrícola y turístico.
Indica que la inacción ante esta realidad podría condenar a América Latina a un ciclo de pobreza y desesperanza sin retorno. Con datos de Europa Press.