El regreso de la crisis política francesa podría colapsar el euro.
Con el cierre de los Juegos Olímpicos de París, Francia se enfrenta a una tormenta política inminente que podría desatar una crisis económica en toda Europa. Así lo considera Nigel Green, director ejecutivo de deVere Group, quien advierte que la frágil estabilidad del euro está en juego, a medida que la política interna francesa amenaza con socavar la resiliencia de la economía europea.
Indica que mientras las luces olímpicas se apagan, el presidente Emmanuel Macron, que logró postergar una crisis durante el evento global, debe ahora enfrentarse a las consecuencias de su arriesgada jugada: la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas.
El resultado de dicho proceso ha sido un parlamento sin mayoría, que deja a Macron sin un mandato claro para implementar las reformas económicas que Francia necesita desesperadamente en un momento en que su déficit presupuestario está en niveles alarmantes.
Refiere que el escenario político fracturado de Francia complica enormemente la posibilidad de realizar los ajustes fiscales necesarios, una exigencia tanto de la Comisión Europea como de los mercados internacionales de bonos. La aprobación del presupuesto de 2025 será una prueba decisiva para Macron, quien se enfrenta a un parlamento dividido y a un creciente descontento público.
El director de deVere Group expone que Francia, siendo una de las economías más grandes de la eurozona, tiene un impacto directo en la estabilidad del euro.
Expone que Francia, siendo una de las economías más grandes de la eurozona, tiene un impacto directo en la estabilidad del euro. Los inversores ya están nerviosos, reflejando su preocupación en el diferencial de rendimientos entre los bonos alemanes y franceses a 10 años.
Añade que cualquier error en la gestión presupuestaria o en las negociaciones políticas podría incrementar esta brecha, debilitando aún más el euro y aumentando los costos de endeudamiento para Francia y otros países de la eurozona.
Para Nigel Green, con la incertidumbre política en aumento y una crisis fiscal potencial a la vuelta de la esquina, las decisiones que se tomen en las próximas semanas no solo definirán el futuro de la presidencia de Macron, sino también la trayectoria económica de Francia y la estabilidad de la eurozona.
Indica que el mundo financiero observa con atención, consciente de que las turbulencias en Francia podrían desencadenar una crisis económica más amplia en Europa y más allá.